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Dos veces Bien Querida

La bilbaína, ‘rara avis’ del pop ‘indie’, se arropa con bases electrónicas en su tercer disco Lo presenta hoy en El Sol y el jueves en el Museo del Romanticismo

Ana Fernández-Villaverde, La Bien Querida.
Ana Fernández-Villaverde, La Bien Querida.

Ana Fernández-Villaverde se ofende —moderadamente— cuando se le pregunta de dónde le viene a una bilbaína la querencia por el folclor sureño: “Es como si por ser vasca no te pudiera gustar el gazpacho. De todas formas los elementos flamencos son bastante ligeros en mi música”.

La Bien Querida levantó en 2009 tantas olas como volantes tenían las faldas flamencas que solía llevar cuando publicó su primer disco, Romancero, valiente aproximación a la canción española desde una perspectiva indie-pop, con aires andaluces similares a los de los últimos experimentos de Los Planetas. En Ceremonia, tercer álbum, no sólo ha endurecido su sonido con bases electrónicas a lo New Order y estructuras del kraut-rock, también su tono como narradora: las letras abundan en puñales (“Con lo que yo sé de ti/ podría hacerte sufrir/ pero me estoy callando”), como las del grupo granadino pero desde el punto de vista femenino. “Los Planetas siempre han sido mi grupo favorito, y de forma inconsciente me sale así”.

Otro de los ejes de La Bien Querida es David Rodríguez, pareja de Ana, miembro de Beef y ahora de La Estrella de David, que colabora en el proyecto como músico, productor, arreglista... “Me suelen preguntar que si David tiene ahora más participación, pero los tres discos están producidos por él. La Bien Querida son las canciones: yo las hago y él las arregla”.

Tras años viviendo en Madrid, y aunque mantiene su piso en la capital, la pareja vive ahora en Molins de Rei (Barcelona). Allí, en su casa y mientras estaba embarazada de su primera hija, se compuso y se grabó Ceremonia: “Trabajar en casa es más relajado, y sin más colaboradores se hace más rápido. Además David y yo nos llevamos superbien y tenemos gustos musicales muy parecidos. Él ya sabe lo que me gusta y lo que no, no se le va a ocurrir arreglarme una canción en plan funky, porque sabe que no me va a gustar".

Funk desde luego que no hay en el disco, dominado por atmósferas oscuras y repetitivas que en directo la pareja replica con la ayuda de Frank Rudow (Manta Ray) en las programaciones. En la presentación en el Museo del Romanticismo, dentro del ciclo A las veinte cero cero, sin embargo, estarán los dos solos: “Sí, en acústico, sin trampa ni cartón”.

Pese a su indudable raigambre indie, Ana sorprende con conexiones inesperadas. Pintora antes que compositora, suyos son los óleos que ilustran las portadas de dos recopilatorios de Extremoduro. Y conversa con Andrés Calamaro en Twitter: “Le conozco desde hace años, y en sus mash-ups [injertos de dos canciones que el argentino cuelga en internet] había usado canciones mías”.

La Bien Querida actúa hoy viernes en El Sol (22.30) y el jueves 14 en el Museo del Romanticismo (20.00).

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