Adelson prefiere Alcorcón
Las Vegas Sands se inclina por la ciudad como sede de Eurovegas cuatro días antes de la firma del acuerdo final con la Comunidad
Sheldon Adelson no ha amasado la 14ª mayor fortuna del mundo por azar. Con una fortuna de 20.500 millones de dólares (15.375 millones de euros), el magnate de los casinos, de 79 años, desarrolló desde la infancia un sexto sentido para los negocios. Criado en un entorno humilde de emigrantes ucranios en Boston, a los 12 años vendía periódicos en la calle por unos peniques. La economía familiar era tan precaria que tenía que pagar a su madre una parte de su salario a cambio de un plato de comida y un lecho propio. De entonces procede el instinto depredador del principal accionista de Las Vegas Sands Corporation.
Un ejemplo de ello es la ambivalencia que la compañía estadounidense ha mostrado para anunciar dónde se instalará Eurovegas. Será en Alcorcón, salvo sorpresa final y después de meses de suspense jugando con las alternativas de Valdecarros (Madrid) y de una finca de 10 millones de metros cuadrados entre Paracuellos del Jarama y Torrejón de Ardoz para abaratar el suelo.
“Nosotros nos inclinamos por Alcorcón. En este momento es el candidato más fuerte”, proclamó ayer por la tarde Michael Leven, consejero delegado de Las Vegas Sands, durante la Conferencia Internacional de Casinos en Londres. Aun así, el número dos de Adelson no quiso cerrar el destino final del proyecto al 100%. “La última palabra”, enfatizó Leven, mientras iba explicando parte del proyecto con algunas diapositivas de powerpoint, la tendrá la Comunidad de Madrid.
El Gobierno regional, cuya única preferencia era ganar el pulso con Barcelona y atraer a su territorio el megacomplejo de ocio, juego y congresos, conoció precisamente por los medios de comunicación la inclinación del equipo de Adelson. El secretismo con que opera la compañía de Nevada es tal que el Ejecutivo autonómico no sabe siquiera si Adelson acudirá a la reunión prevista para el viernes. Antes de las palabras de Leven, el presidente madrileño, Ignacio González, se refirió por la mañana a la “extraordinaria magnitud de la inversión, que va a permitir generar confianza, puestos de trabajo y crecimiento económico”.
Sobre el papel, 17.000 millones de euros de inversión —6.000 millones en la primera de las tres fases previstas— y más de 250.000 empleos entre directos, indirectos e inducidos. La actividad del juego, tal y como se estila en el strip de Las Vegas, ocupará el 17% del volumen de negocio (el secretario de Estado de Comercio, Jaime García Legaz, rebajó en su momento la importancia del juego a tan solo un 3%). Pese a la espectacularidad de los números, la prudencia también marcó el guion del alcalde de Alcorcón, David Pérez (PP).
“No vamos hacer declaraciones hasta que no se conozca la decisión definitiva y no se pronuncie oficialmente la Comunidad, pero de entrada podemos decir que celebramos que nuestra localidad sea la opción preferida para el desarrollo de este proyecto. Seguiremos trabajando para convertirlo en una realidad de creación de empleo”, manifestó Pérez. Con 170.000 habitantes, Alcorcón cuenta con unos 15.000 desempleados, de los que unos 4.000 proceden del sector de la construcción. El Tribunal de Cuentas cifró recientemente en 612 millones la deuda que dejó en las arcas municipales el antecesor de Pérez, el socialista Enrique Cascallana.
Precisamente el anterior equipo municipal y la Comunidad preveían la construcción de miles de viviendas en el Distrito Norte de la ciudad dormitorio. Sería la mayor apuesta urbanística por la vivienda protegida impulsada desde el Gobierno regional, con al menos 13.700 pisos de protección (4.350 del Plan Joven autonómico).
La idea original ha cambiado drásticamente. Ni siquiera la sentencia del pasado mayo del Tribunal Superior de Justicia, que convierte en rústicas las 1.231 hectáreas del Distrito Norte por un defecto de forma a la espera de que se pronuncie el Supremo, parece un inconveniente. La Comunidad recurrió la sentencia y espera una decisión favorable. “El recurso se está tramitando, no hay nada nuevo”, apuntaban ayer desde el Supremo. “Lo que está claro es que semejante inversión tendrá un efecto llamada importantísimo para nuestra economía”, sentencian desde la Comunidad.
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