La presidenta del Parlamento gallego amenaza con sanciones a la oposición
La presidenta acusa a los partidos de amparar hechos ilícitos Una protesta de trabajadores del sector naval, a los que se negó invitación, suspende el pleno La izquierda abandona el hemiciclo en protesta por la decisión de vetar a sus invitados
La oposición ha dejado solo al Partido Popular en el Parlamento. Solo los portavoces de PSOE, AGE y BNG se han quedado a debatir el proyecto de presupuesto para 2013. El abandono del hemiciclo es la respuesta a la decisión de la presidenta de la Cámara, Pilar Rojo, de dejar fuera de la institución a los invitados de los partidos, entre ellos el comité de empresa de Navantia y varios alcaldes socialistas. Tras pedir la palabra por una cuestión de orden para recordar que el artículo 69 del Reglamento de la institución señala que los plenos son públicos salvo en unas determinadas excepciones que hoy no se dan, tanto los socialistas como la Alternativa Galega de Esquerdas y el Bloque han abandonado los escaños y han dejado a la conselleira de Facenda, Elena Muñoz, hablando de sus cuentas.
La presidenta del Parlamento ha recordado al inicio de la sesión que es a ella a quien le compete mantener la seguridad de la institución y ha esgrimido un informe de los servicios jurídicos que, según ella, le avala para decidir unilateralmente según su propio criterio vetar al público que accede a la tribuna de invitados. Primero el socialista Abel Losada y después Xosé Manuel Beiras, y también desde el BNG, Francisco Jorquera, han acusado a Rojo de estar poniendo a los ciudadanos bajo sospecha y han pedido que se reconsiderase la medida. Rojo ha dicho que está abierta al debate, pero no en este pleno, y la sesión ha proseguido solo con los invitados de la presidenta del Parlamento.
El debate ha continuado con la intervención de la conselleira de Facenda, Elena Muñoz, que estaba en el uso de la palabra cuando accedieron a la tribuna de invitados un grupo de unas 20 personas del comité de empresa de Navantia y del personal de administración de la Universidad. Se trata de dos colectivos que tenían permiso para acceder a las oficinas de los grupos municipales, pero no al salón de plenos. Tras seguir durante unos minutos en silencio el debate, los manifestantes han sacado sus carteles y han empezado a gritar para reclamar carga de trabajo para el astillero. La presidenta les ha instado a guardar silencio y luego ha dado orden al servicio de seguridad de desalojarlos. Los bedeles lo han intentado por las buenas y como los manifestantes han persistido en su intención de quedarse, Rojo ha optado por suspender el pleno. En ese momento han abandonado la tribuna las personas que protestaban y, sus escaños, los líderes de los tres partidos de la oposición, Pachi Vázquez, Xosé Manuel Beiras y Francisco Jorquera.
Tras unos minutos, la presidenta ha decidido reanudar la sesión sin avisar a los portavoces de la oposición y, durante unos segundos, la conselleira de Facenda ha estado hablando solo para su partido. Un letrado de la Cámara ha avisado a Rojo que ha hecho sonar el timbre para que los representantes de la oposición accediesen al hemiciclo. Solo lo han hecho los tres portavoces. Cuando Elena Muñoz ha concluido su intervención, la sesión ha vuelto a ser suspendida durante media hora.
Durante el receso, la presidenta de la Cámara ha comparecido ante los medios y ha atribuido a diputados de la oposición responsabilidad en “hechos ilícitos” y en un “grave atentado contra una de las altas instituciones del Estado”. “No se respeta la Constitución ni el Estatuto y me da tristeza que fuesen diputados de esta Cámara los que provocaran hechos ilícitos. Esto me reafirma en las decisiones que tomamos, medidas que garanticen que el Parlamento es inviolable”, ha advertido Pilar Rojo, quien solo ha admitido un par de preguntas de la prensa. ¿Contempla sancionar a los diputados? "Adoptaremos las medidas que se estimen oportunas", ha zanjado.
La presidenta de la Cámara ha evitado explicar cuáles van a ser sus criterios para permitir o denegar la entrada a los ciudadanos a la institución. Cuando se ha reiniciado el pleno, con la asistencia de solo tres de los 34 diputados de la oposición, el portavoz del BNG, Francisco Jorquera le ha acusado de convertir la institución en “un club privado que se reserva el derecho de admisión”.
Fuera también se han vivido momentos tensos. El Pazo do Hórreo que alberga al Parlamento gallego está blindado por agentes de la policía y la calle, permanece cortada al tráfico. Tres diputadas del BNG han sido retenidas en la puerta tras haber ido a solidarizarse con los colectivos que protestaban ante la verja de la institución. Al regresar a la Cámara, los policías no las han reconocido y han tratado de impedirles la entrada. Tras unos segundos de discusión, han podido acceder al Parlamento. Los ánimos los ha resumido uno de los agentes que les dio el alto: “Ni tengo que conocer a los diputados, ni tengo que saber gallego, punto filipino”. En frente de él, seguían atronando las bocinas de cuatro perjudicados por la venta de participaciones preferentes.
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