El magistrado que nunca duda en pedir ayuda
López Palop reclama refuerzos contra el colapso de su juzgado, responsable del Madrid Arena
El anonimato de la judicatura es una norma no escrita. A la mayoría de jueces no le gusta encontrar su nombre en los periódicos, y menos si este aparece relacionado con la falta de medios que muy a menudo encuentran para desempeñar su trabajo en condiciones. Sin embargo, hay excepciones como la que ha protagonizado el magistrado Eduardo López Palop, que instruye el caso de las cinco jóvenes que murieron en el pabellón municipal Madrid Arena. Desde un primer momento este especialista del derecho se dio cuenta de que el caso iba a ser especialmente complicado y largo, con el consiguiente riesgo de colapsar el Juzgado de Instrucción número 51, a cuyo frente está. Y no ha querido callarse.
En cualquier caso, esta no es la primera ocasión en la que este magistrado protesta por la falta de medios. Lo hizo en mayo de 2008, cuando era el encargado en Madrid de ejecutar las sentencias por violencia machista. Denunció ante el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que tenía 7.000 casos pendientes: “Estoy sentado en un polvorín y fumando”, declaró gráficamente a EL PAÍS. También insistió en que errores como el que sufrió Mari Luz, una niña de Huelva que fue asesinada por un pederasta que estaba libre pese a tener una condena firme de cárcel, podrían repetirse.
Sin miedo a las cámaras
- López Palop ha estado presente ante la opinión pública desde el inicio del caso.
- Es considerado un juez firme y ha tomado decisiones polémicas, como la liberación de Miguel Ángel Flores.
La situación que se vive ahora en el Juzgado de Instrucción número 51 no resulta muy distinta a la que conoció en 2008. El Madrid Arena está llamado a ser uno de los casos más problemáticos para la judicatura madrileña en los próximos años. La cantidad de partes que participan en la instrucción, además de las que aún puedan incorporarse, hace que el avance del proceso pueda ser lento. A ello se une el imbricado entramado de responsabilidades penales y civiles que queda por depurar. Además del organizador de la fiesta de Halloween, la empresa Diviertt de Miguel Ángel Flores, están todas las empresas que participaron directa o indirectamente en el mortal evento. Estas van desde compañías de seguridad como Seguriber o Kontrol34 hasta al propio responsable del pabellón, el Ayuntamiento de la capital por mediación de la empresa municipal Madrid Espacios y Congresos.
En los últimos años, se han vivido casos complejos que han llegado a complicar las actuaciones de los jueces. Ocurrió con el accidente de Spanair y el Juzgado de Instrucción número 11, o el caso de la trama de fraude en la concesión de licencias municipales en la capital —la llamada Operación Guateque— y el Juzgado número 34.
López Palop es conocido porque no le tiembla el pulso: una ventaja para bregar con un caso en el que está focalizada con tal intensidad la opinión pública. La alarma social por la muerte de las cinco jóvenes, una de ellas menor de edad, no le ha impedido dejar en libertad hasta en dos ocasiones al máximo responsable de la fiesta, Miguel Ángel Flores, pese a las reiteradas peticiones de las partes.
El magistrado nunca se ha escondido de las cámaras ni de los micrófonos. Se le ha visto desde el primer momento en el pabellón de la Casa de Campo en el que se celebró la fiesta de Halloween y en todas las actuaciones posteriores. Acudió en persona al recuento de las entradas y al visionado de las imágenes de las cámaras de seguridad en la sede de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
Al juez le queda mucho trabajo por delante, pero todo apunta a que sus peticiones se verán colmadas en breve. López Palop ha sido apoyado desde el primer momento en sus reivindicaciones por todas las partes personadas, en especial los abogados de las cinco jóvenes. Los letrados han respaldado al magistrado en diversos escritos y en todas las intervenciones que han protagonizado ante los medios de comunicación. La Fiscalía tampoco se ha quedado atrás en solicitudes continuas en el mismo sentido. De hecho, el viernes se conoció que cuatro compañeros del juez ya se han ofrecido para sustituirle en los juicios por faltas que suele celebrar las mañanas de los jueves. Consecuencia: López Palop dispondría de más tiempo para avanzar en el Madrid Arena. También ha recibido el visto bueno del CGPJ para que haya un juez auxiliar que le libere del día a día de su trabajo.
Todas las ayudas serán buenas. La instrucción del Madrid Arena se antoja larga y con numerosos recovecos. El número de imputados (11 hasta ahora) crecerá previsiblemente en las próximas semanas a medida que vaya aumentando el número de declaraciones.
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