El arco de violín que rasga conciencias
Daniel Hope trae su activismo musical al Auditorio con un programa de compositores perseguidos
Daniel Hope no es solo un violinista. Es un hombre de mundo, concienciado con la sociedad en la que vive y que busca aportar en cada concierto algo más que música. Sudafricano de origen y británico de adopción, tuvo que salir de su país natal con su familia cuando era pequeño porque su padre era escritor y un firme activista contra el apartheid. Su madre, viendo cómo su familia en Londres se quedaba sin dinero, se puso a trabajar de secretaria. Le ofrecieron dos puestos: secretaria del Arzobispo de Canterbury o de Yehudi Menuhin. “Escogió a Menuhin y crecí bajo su protección y la de otros maravillosos músicos de diferentes estilos”, dice el músico. Este martes llega al Auditorio Nacional junto al pianista Sebastian Knauer con un programa de compositores perseguidos por sus ideas políticas. Una vuelta de tuerca más.
Hope se declara “activista musical”. ¿En qué consiste eso? “Desde hace muchos años he creado proyectos que colocan a la música clásica en su contexto histórico o político. En 2008 convertí el antiguo aeropuerto Tempelhof de Berlín en una sala de conciertos para conmemorar el 70 aniversario del comienzo de la persecución de los judíos por los nazis. Llamé a músicos de diferentes estilos para que tocaran juntos y recaudaran fondos para educar a los jóvenes en tolerancia racial”, explica el violinista. Años después hizo un concierto sostenible en el que se medía la cantidad de dióxido de carbono producida por cada miembro del público, incluyendo su traslado hasta el concierto. “Como un antídoto, plantamos mil árboles para neutralizar la contaminación que habíamos producido con el concierto. Algunas de estas ideas son simples, pero funcionan. La música no puede cambiar el mundo, pero puede hacer pensar a la gente”, comenta Hope.
Un virtuoso global
- Según medios especializados británicos, Daniel Hope es "el instrumentista de cuerda británico más impresionante desde Jacqueline du Pré"
- Ha actuado por todo el mundo como violín solista con las orquestas más prestigiosas haciendo gala de su compromiso con causas solidarias.
En el concierto de este martes la curiosidad está en las páginas del programa. Todos los compositores que aparecen en él fueron perseguidos por sus ideas políticas. “Son compositores muy valientes, como Schulhoff y Dauber, que fueron asesinados por los nazis, o Messiaen, que sobrevivió en un campo de prisioneros. También miro a la música luminosa de los compositores que emigraron a América, como Kurt Weill o Eisler. Y tocamos Mendelssohn, que vivió mucho antes, pero cuya música fue prohibida en los años treinta”, sentencia el violinista. Desde siempre se ha preocupado por escuchar otras músicas, por “tener bien abiertos los oídos para absorber cada frase, cada nota”, y por eso ha trabajado mucho con músicos indios, además de afirmar que se aprende música atendiendo a las otras artes: “Podemos aprender mucho de música escuchando a un poeta declamar o a un actor dar entonación a su texto”.
Además, Hope prepara entre concierto y concierto un nuevo disco que saldrá en febrero y que lleva por nombre Spheres. Lo define como una “ecléctica recopilación de repertorio basado en la creencia, que viene desde Pitágoras, de que el movimiento de los planetas es una fuente existencial de música de la que emanan la belleza, la armonía y la simplicidad de nuestro sistema solar”. Pero lo que toca ahora es volver al Auditorio Nacional, al que le tiene un especial cariño. “El Auditorio Nacional de Madrid es una de mis salas favoritas de todo el mundo. Siempre estoy deseando volver”.
Daniel Hope y Sebastian Knauer. El martes en el Auditorio Nacional a las 19.30. Entradas: de 2,80 a 10 euros.
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