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crítica | zarzuela
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Castejón saca petróleo del género chico

El gran mérito del espectáculo viene del trabajo magistral del director de escena y actor-cantante.

La primera nueva producción de Paolo Pinamonti al frente del teatro de La Zarzuela se acompaña con una exposición sobre cine y zarzuela en la primera planta, y con un ciclo de las versiones cinematográficas de 1937 y 1954 de La reina mora y la de 1941 de Alma de Dios. En este juego bidireccional de relaciones e influencias entre cine y zarzuela se ha colado en el teatro lírico madrileño la filosofía de la Filmoteca Nacional, colaboradora en la organización. La Filmoteca admite en su programación todo el cine posible, al margen de su calidad. El teatro de La Zarzuela hace una declaración de principios acogiendo este año zarzuela de todos los tiempos. Es un criterio historicista defendible, que lleva consigo la necesidad de asumir la propia herencia del teatro lírico español más representativo. Es lo que tenemos y no hay que darle más vueltas.

Los libretos de los Álvarez Quintero y Carlos Arniches, en las dos obras que ahora se presentan, son antológicos de puro disparatados. Pero están ahí, como sainetes de un género chico que comenzaba su periodo final, y reflejan lo que se demandaba en la primera década del siglo XX.

LA REINA MORA / ALMA DE DIOS

Música de José Serrano. Dirección musical: José María Moreno. Dirección de escena: Jesús Castejón. Escenografía: Ricardo Sánchez Cuerda. Nueva producción. Teatro de La Zarzuela, 18 de enero.

El gran mérito del espectáculo viene de la interpretación. Jesús Castejón hace un trabajo magistral como director de escena y como actor-cantante. Saca petróleo del aire que pasa, estableciendo un gran equilibrio rítmico entre los elementos cómicos y los trágicos, y resolviendo cada situación con un sentido de la medida prodigioso. Lo suyo es una lección sublime de espíritu zarzuelero, con lo que las dos obras atrapan al espectador, y se ven y escuchan con delectación. La componente teatral está reforzada por la admirable escenografía de Sánchez Cuerda, el bello vestuario de Jesús Ruiz y la artística coreografía de Nuria Castejón. Los cantantes responden adecuadamente en unas obras líricas que no contienen demasiada música. La ovación de la noche se la lleva, claro, Alejandro Roy en la popular canción húngara de Alma de Dios. El director musical, José María Moreno, tiene brío y la orquesta responde. Asistieron ayer más vips que a una première del Real. Qué cosas.

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