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Víctor Manuel: “Nadie va a hacer jamás que me sienta extraño en Cataluña”

El cantautor regresa a Barcelona para presentar en el Liceo su espectáculo 'Vivir para cantarlo'

En cantante Víctor Manuel en pleno concierto.
En cantante Víctor Manuel en pleno concierto.CLAUDIO ÁLVAREZ

Esta noche Víctor Manuel regresa a Barcelona para presentar en el Gran Teatro del Liceo (21.00) su espectáculo Vivir para cantarlo,un recorrido personal por las canciones más relevantes de su ya larga carrera en un formato íntimo acompañado solo por un piano y una guitarra. Víctor Manuel San José (Mieres, 1947) se inició en el mundo de la música en 1966 y desde entonces ha editado más de 30 discos. El último con un extracto de esta gira. “Nunca he tocado en el Liceo, ni siquiera he estado viendo otro espectáculo, pero conozco bien su importancia en toda Europa”, señala el cantautor asturiano.

Pregunta. Se trata de una gira autobiográfica, ¿cierto?

Respuesta. Sí, quería hacer algo que no hubiera hecho antes y que no hubiese visto hacer. Es un concierto muy hablado, voy explicando cronológicamente las canciones.

P. Su último disco con material nuevo se publicó hace ya cuatro años...

R. Estoy componiendo pero ahora sacar un disco es echar una botella al mar, no sabes quién la recibe, pero si tus armas son escribir canciones y cantarlas no puedes renunciar. El país está lleno de gente escribiendo canciones, pero la mayoría ha interiorizado que de esto ya no se vive, es un trabajo de fin de semana y el resto del tiempo hay que dedicarse a otra cosa.

P. ¿Cuál es el papel de la industria discográfica en ese contexto?

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R. La industria discográfica no existe. Siguen teniendo edificios y algunos empleados, cada vez menos, y tienen poder en repertorios comerciales, pero nada que ver con la variedad y el riesgo mínimo que se le supone a cualquier industria.

P. Usted reside en Madrid, ¿cómo se vive desde allí la actual situación política y social catalana?

R. Como la gente tiene muy poca información, se vive con una cierta estupefacción, nadie sabe la dimensión que tiene. Lo ven como una disconformidad más con el Gobierno central, pero no se han percatado de lo que verdaderamente está ocurriendo. Siempre ha habido mucha desinformación y no solo con respecto a Cataluña sino con todo lo periférico. Hay muchos francotiradores que más que francotiradores son hijos de puta que pervierten la situación y crean pequeños enconos que al final se convierten en grandes enconos. En Madrid tenemos una prensa de derechas que no existe en Cataluña y que crea un caldo de cultivo del que tienes que abstraerte, aunque es difícil como cuando oigo hablar a gente como el exalcalde de A Coruña. Es inverosímil que se puedan decir semejantes tonterías y que las diga alguien que ha tenido responsabilidad pública. Eso va pudriendo las cosas hasta no se sabe dónde. Recuerdo estar en el mercado cuando el boicot al cava y un señor a mi lado pedir fuet pero que no fuera catalán, el tendero le dijo que era imposible. Esa burrez completamente irracional está dañando mucho la convivencia. Yo viajo a Cataluña desde 1966 y he vivido temporadas largas en Barcelona. Mis primeros discos los grabé en el Casino L’Aliança del Poble Nou. Nunca me he sentido ajeno a la vida de Barcelona, ni extraño. Ni he vivido la agresividad a propósito del idioma que otros dicen, nunca. Guardo momentos imborrables, como ver a Maria del Mar Bonet en la Cova del Drac cantando Què volen aquesta gent? Cosas que no voy a olvidar nunca, que no quiero olvidar. Mi afecto por Cataluña seguirá igual pase lo que pase en el futuro y no me voy a sentir extraño porque nadie va a hacer que me sienta extraño.

P. Usted vivió en primera persona la descomposición de la SGAE. ¿Cómo ve el trabajo de la nueva junta?

R. Me pilló todo y entre cuatro estuvimos llevando la comisión rectora hasta las elecciones. El único peligro que veo en la nueva junta es que quieren ser simpáticos y es como si Hacienda se hiciera la simpática. La SGAE es un ente antipático, otra cosa es que se pueda jugar con más mano izquierda, mejorar esa antipatía y sobre todo explicar bien el derecho de autor, aunque nadie te quiera escuchar. Aún les queda mucho trabajo por hacer.

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