La Fundación Nefkens premia la visión compleja y crítica de la artista Iman Issa

Iman Issa (El Cairo, 1979)  ha sido elegida por unanimidad ganadora de la primera edición del premio convocado por el mecenas holandés, afincado en Barcelona, Han Nefkens, en colaboración con el Museo de Arte Contemporáneo (Macba). El galardón cuenta con 50.000 euros, 30.000 para la producción de una nueva obra, que Issa empezará a concebir durante esta primera estancia en Barcelona. La artista, que no ha exhibido sus producciones en España, es conocida por trabajar el tema del monumento y su papel en la sociedad contemporánea.

El jurado formado por el propio mecenas, Bartomeu Marí, director del Macba; Iwona Blazwik, directora de la Whitechapel Gallery de Londres; Adriano Pedrosa, comisario brasileño, y Christine Tohmé, activista cultural libanesa, en su deliberación afirma que “Issa es autora de un conjunto de obra complejo y prolífico, en el cual denota un sentido formal que se expresa en diferentes medios. Su trayectoria da fe de una visión crítica en constante desarrollo y de una imaginación fértil, que implica y desafía el observador”. Issa que recibió la noticia hace unos días no sabe aún cómo empleará los 30.000 euros. “No sabemos qué tipo de obra será. La artista tiene total libertad en cuanto a material, contenido y concepción. Sea cual sea la formalización, la pieza se expondrá primero en el espacio público de Barcelona y luego el Macba la patrimonializará, integrándola en la colección”, aseguró el director del museo barcelonés. Issa recordó que acaba de concluir una serie, bautizada Materials, en la cual explora la capacidad de los monumentos para recordar el material de que están hechos. “Los artistas siempre encuentran el camino para expresarse”, aseguró, tímida, ayer durante la presentación del premio. En Europa la creadora es poco conocida, excluyendo Turquía, donde está su marchante.

A propósito de la primavera árabe y de la situación en Egipto, la artista añadió que no se sintió discriminada por ser mujer y que no ha digerido del todo los eventos recientes, por lo que aún no están presentes en su trabajo. Nefkens recordó que el premio se creó con la voluntad de fortalecer la carrera de jóvenes talentos, pero alejados del circuito de los museos occidentales, que necesitan apoyo y difusión para obtener el pleno reconocimiento de la comunidad artística internacional. “Hemos estructurado el premio para llegar a creadores que no conocemos en Europa, por ello hemos pedido a 10 cazadores de talentos de diversos países, tres recomendaciones cada uno y de este listado de 30 artistas han salido los ocho finalistas”, explicó Nefkens. Su interés, afirmó, es ofrecer a Barcelona la oportunidad de conocer artistas, con los que de otra forma, difícilmente entraría en contacto. “Hemos preferido este sistema a una convocatoria abierta, porque no fomenta el antagonismo entre los artistas. De todos modos, tenemos previsto poner en marcha una iniciativa parecida, más dirigida al ámbito europeo, en línea con nuestra voluntad de ser un museo de artistas vivos y jóvenes”, aseguró Marí, que comparó este premio al Nacional de Artes Plásticas o al célebre Turner Prize.

El galardón, que se entregó anoche, durante una fiesta en el Macba, tiene carácter bienal y se volverá a fallar en 2014.