El reino de las ideas
Dicen, quienes lo conocen bien, que Griñán busca un papel preponderante en el futuro del PSOE, convencido, como está, de que puede aportar ideología a este socialismo en tiempos de crisis
A tenor de la campaña de promoción del socialismo andaluz que emprendió el presidente de la Junta tras los descalabros electorales del PSOE en el País Vasco y Galicia, ha resultado algo extraño que José Antonio Griñán no reclamara la intervención del Séptimo de Caballería tras lo acontecido con el PSC en Cataluña. Griñán desde Andalucía, la reserva espiritual del socialismo español que queda en la tierra peninsular, había decidido erigirse en la salvaguardia de las esencias de la socialdemocracia, aspirando a convertirse en una especie de François Hollande de Despeñaderos hacia arriba, pero hete aquí que pasaron las autonómicas catalanas y el líder socialista andaluz decidió relajar la tensión interna y esperar.
Griñán no aspira a suceder a Rubalcaba. Lo ha dicho por activa y por pasiva. Su reino no es la secretaria general del PSOE y la posterior candidatura a la presidencia del Gobierno. Lo suyo es menos prosaico, todo parece indicar que el reino al que aspira es al de las ideas. No quiere un cargo más allá del que ya tiene en la Junta, sino que el socialismo andaluz lidere el debate sobre el modelo territorial de España y la alternativa a la gestión a los gobiernos del PP. Después de varias semanas salido de tiesto, al líder andaluz le ha dado un ataque de responsabilidad. Ahora se pasa el día apaciguando, mientras ha dejado en manos de Tomás Gómez el runrún de los movimientos internos.
Dicen, quienes lo conocen bien, que Griñán busca un papel preponderante en el futuro del PSOE, convencido, como está, de que puede aportar ideología a este socialismo en tiempos de crisis. Él lo cree. Pero, sobre todo, se lo dicen a diario los que tiene a su alrededor. El futuro del PSOE pasa ineludiblemente por Griñán, proclaman los suyos desde Andalucía. Y en ello están los miembros de su ejecutiva regional y la mayoría de sus principales aliados en las direcciones provinciales, que le susurran al oído todo lo que el presidente de la Junta está deseando escuchar.
A Griñán le salen bien ahora hasta los resultados de las encuestas que encarga. Después de muchos sinsabores demoscópicos, los socialistas han vuelto a ganar en un sondeo. Según el barómetro del Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA), el PSOE aventaja al PP en 8,5 puntos en intención de voto en Andalucía. La distancia tiene mucho más que ver con el desplome de las expectativas electorales de los populares que con una mejora de las del PSOE, pero le va a servir a la dirección andaluza para proclamar a los cuatro vientos que la reconquista nacional tiene sus orígenes en esta comunidad autónoma.
Cada vez que el PSOE baja, Griñán intuye que él sube. A Rubalcaba, tras lo sucedido en Cataluña, apenas le queda ya capacidad de resistencia y es probable que su equipo en la ejecutiva federal tenga el mismo destino que la mula y el buey en el portal de Belén, pasar de figurantes a inexistentes. El asunto se da por hecho y lo único que está en debate es el momento. Mientras eso ocurre, el PSOE sigue sin alternativa ni respuesta a un Gobierno del PP que en poco más de un año está volviendo del revés el modelo de convivencia en España, troceando el Estado de Bienestar e imponiendo un cambio ideológico que nos retrotrae bastantes años atrás.
Si Griñán, como dicen, aspira a gobernar el reino de las ideas, podría empezar a publicarlas en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía. El Gobierno con IU está aún lejos de dibujar esa gestión alternativa que prometieron. De momento, ambos partidos son unos grandes discutidores de las políticas del Gobierno del PP pero están siendo poco ambiciosos a la hora de poner en práctica propuestas diferentes. El presidente de la Junta sigue diciendo cosas más interesantes que las que luego hace, lo que viene a confirmar que el reino de las ideas aún está a kilómetros luz del reino de los hechos reales.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.