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Mar de fondo en CC OO

El sector crítico baraja la publicación de un duro manifiesto contra la dirección en vísperas del congreso que empieza este viernes

Clara Blanchar
Joan Carles Gallego.
Joan Carles Gallego.CARLES RIBAS

Las aguas andan revueltas en CC OO de Cataluña en vísperas al X Congreso que arranca el próximo viernes. La pérdida de peso de las uniones territoriales o sectoriales que ven la reorganización como una imposición de la dirección, los cambios en la cúpula y las luchas de poder, la posibilidad de una fusión con UGT y la forma de ejecutaron los dos ERE que supusieron el despido de 87 empleados han creado malestar, en especial entre los sectores críticos. Estas voces creen que el sindicato se encamina hacia un modelo centralizado, menos plural y democrático, donde no cabe discrepar con las líneas del aparato.

Liderados por la potente unión comarcal del Barcelonès, que concentra a un tercio de los afiliados y que está previsto que desaparezca para pasar a depender de la dirección, los críticos llevan meses barajando la publicación de un manifiesto contra la estructura que lidera Joan Carles Gallego. También se están planteando presentar una candidatura alternativa a la del secretario general, que afronta su primera reelección. Por ahora la de Gallego es la única, aunque hay tiempo hasta el mismo congreso.

Los críticos han pospuesto la publicación del manifiesto para no perjudicar la imagen del sindicato antes de la huelga general del 14-N y después para no interferir en los debates precongresuales. Cuestión aparte es la dificultad que tienen los críticos de integrarse en una sola voz. Aguardan el Consejo Nacional que se celebra este miércoles y si se toman decisiones que entienden que les perjudican, optarán finalmente por lanzar el manifiesto.

"El consenso ha desaparecido, si ven que no tienen nada que perder, explotarán", asegura una fuente próxima a la dirección. La misma voz recuerda cómo se han agrupado varias uniones comarcales o como en mayo pasado el Consejo Nacional rebajó el peso del Barcelonès: el congreso celebraron hace unos días fue rebajado a la categoría de conferencia, por lo que no eligieron ni comisión ejecutiva ni secretario general, con lo que formalmente desaparecen como unión comarcal. El cabreo ante lo que interpretan como una pérdida de identidad y un alejamiento de los trabajadores fue tal que el Barcelonès llevó la decisión a la Comisión de Garantías, que la desestimó. La portavoz del sindicato, Dolors Llobet, responde que “la participación está garantizada a través de las federaciones”. Además, recuerda que se creará la figura del “sindicalista de referencia, para llegar donde no hay sección sindical o a polígonos de empresas pequeñas”.

Posible fusión con UGT

Los tres temas polémicos de los documentos congresuales son los cambios previstos en la dirección, las federaciones y las agrupaciones territoriales. Sobre las federaciones habla de “repensar la actual organización y encuadre de los sectores a la estructura federativa”. También contempla “una nueva ordenación territorial a partir de posibles fusiones, restructuraciones y uniones comarcales e intercomarcales”. Sobre el Barcelonés establece “una nueva forma organizativa para dejar de ser una unión sindical y convertirse en un área específica de trabajo integrada en la dirección”. Esa la comarca tiene 105 de los 315 delegados territoriales. Otro punto polémico es la reducción de la comisión ejecutiva de 20 miembros a ocho y que estos sean “propuestos por el secretario o secretaria general al Consejo Nacional” y no por el congreso como hasta ahora. Los críticos ven en este sistema demasiado intervencionismo.

La posible fusión con UGT puede ser otra vía de disidencia en el congreso. La postura oficial en CC OO es que “ni hablar”, aunque esta semana se dio a conocer que se aprobará un protocolo de unidad de acción sindical en los temas en los que ya se actúa a una con el otro sindicato mayoritario en Cataluña. “Sobraría mucha gente y hay mucha gente que vive de esto”, apunta otra voz que asegura recelar “tanto de los críticos como del aparato” pero que se muestra preocupada por “la pérdida de pluralidad”.

Por ahora, la única expresión pública de rechazo a la dirección de CC OO se produjo en junio pasado, en Sabadell, durante la Asamblea General de EUiA. Durante la intervención de Joan Carles Gallego un sector minoritario le silbó y abandonó la sala. La respuesta de la mayoría fueron gritos de “Visca Comissions Obreres”. “Es una pena porque el sindicato es de todos”, concluye un dirigente de segunda fila.

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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