El exconcejal del PP pudo ganar hasta 800.000 euros con la trama corrupta
Un empresario acusa a Bustos de presionarle para acallar una denuncia
El exconcejal del Partido Popular (PP) en el Ayuntamiento de Sabadell, Jordi Soriano, pudo llegar a ganar 800.000 euros por su papel como intermediario en la trama corrupta desarticulada en la operación Mercurio, según fuentes de la investigación. Tres empresarios locales han ratificado ante el juez que pagaron comisiones irregulares a Soriano a cambio de la adjudicación de obras públicas y otros favores. El dinero era entregado en sobres. Uno de los empresarios detenidos llegó a declarar, en comisaría, que Soriano contaba delante de él los billetes y le decía qué cantidad iba a destinar a cada uno de los concejales implicados. “Yo me quedo muy poco”, decía Soriano, según la declaración de ese empresario.
Soriano alardeaba de cobrar esas comisiones en nombre de los cargos del Ayuntamiento. Sin ese dinero, les decía a los empresarios, no podrían acceder con “ventajas” a la adjudicación de obras. Se desconoce por ahora si, gracias a esos pagos, lograron efectivamente hacerse con encargos. Además, hasta ahora ninguno de los empresarios ha acreditado que los sobornos fueran a parar a manos de los políticos. La fiscalía trata de cerrar el círculo para probar que, tal como denunció hace más de dos años un empresario arrepentido (el origen del caso), los afectados llegaban a pagar mordidas de 120.000 euros que iban a un “fondo perdido” repartido entre los cargos electos.
El viernes, cuando llegó el momento de comparecer ante el juez, Soriano tenía pensado no declarar. Pero lo hizo, finalmente, tras saber que dos empresarios le habían incriminado. Pese a los esfuerzos del fiscal, el exconcejal del PP no llegó a confesar ni mencionó la presunta implicación de los responsables políticos en la red de corrupción. El juez le dejó en libertad con cargos.
El propietario de una empresa de movimiento de tierras (uno de los tres que admitió haber pagado comisiones) detalló ante el juez las presuntas prácticas corruptas de la trama. El empresario llamó al tío del alcalde Manuel Bustos, el constructor Melquíades Garrido, descontento porque, a pesar de haber abonado la mordida, no se le había adjudicado la obra que esperaba. Le indicó, además, que disponía de una grabación comprometedora con Soriano.
El tío, siempre según el empresario, dio la alerta a Bustos. Lo que nadie discute es que el alcalde organizó una reunión con personas de su confianza: el jefe de la policía local, Josep Miquel Duran; el responsable del área de Urbanismo y mano derecha de Bustos, Manuel Somoza (ambos imputados; y el marido de Carmina Llumà, la mujer a la que el alcalde trató de colocar en Montcada i Reixac. En lo que hay distintas versiones es en el objetivo de ese encuentro.
Según el empresario, allí le tendieron una trampa y le presionaron para olvidar el asunto. “Me acojonaron”, dijo al juez. Uno de los asistentes le lanzó una advertencia: “Tanto delito es quien da como quien toma”, en alusión a las comisiones. La versión del alcalde es radicalmente opuesta. Organizó la reunión para “conocer y denunciar” en caso de que el empresario ratificara sus sospechas de que alguien, en nombre del ayuntamiento, estaba exigiendo el pago de comisiones. Según su versión, el empresario se cerró en banda y esa supuesta investigación municipal no pudo ir más allá.
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