Las modelos y los modelos deslumbran a tenderos y viandantes

Las 50 modelos desfilaban esta mañana en silencio por las calles del centro histórico de Valencia, en la plaza de la Virgen, ante la mirada un tanto alucinada de muchos viandantes. Subidas en sus tacones (también había algunos chicos), las modelos vestían prendas de firmas valencianas, algunas tan sólo ataviadas con bañadores, lencería o ropa ligera. Un tipo, ya talludito, se quedó literalmente boquiabierto, con la cabeza alzada, al ver pasar a las hermosas jóvenes caminando con paso firme entre las palomas y el gentío, ajenas (aparentemente) al viento invernal y al estrépìto que causaban a su alrededor.

Cuando llegaron al Mercat Central, las mujeres y los apolíneos hombres convocados por la Valencia Fashion Culture, ya no pudieron mantener mucho más su expresión adusta, un tanto indiferente. Tenderas y tenderos, además de algunos clientes, los inundaron a piropos, mientras andaban por los palcos de verduras, frutas, jamones y pescados. "Venid, venid, que necesitáis comer un poco más de carne", decía un carnicero a las modelos para que visitaran su parada. "La verdad es que están flaquitas, eh, ¡pero qué guapas!", apostillaba a los clientes. "¡Boniques!", "¡Quines preciositats!", ¡Xe, estareu gelaetes!", "¡Vosatros també sou molt guapos! "Bravo", se oían gritar al paso de la fila modélica. Ya en la pescadería, las bellas y bellos rompieron a sonreír agradeciendo con la cabeza el caluroso trato recibido entre gambas y doradas.

La columna de modelos revolucionó el Mercat y, además, había atraído a compradores de Rusia, Ucrania, EE UU y de los países árabes, entre otros,  y también a periodistas especializados. El Desfile Street Parade sirvió de exhibición de los diseñadores valencianos asociados a Dimova, como Amparo Chordá, Andra Cora, Black Cape, Carla Tomás, Carlos Haro, Cecilia Renau, Dolores Cortés, Francis Montesinos, Javier y Javier, Juan Andrés Mompó, La sonrisa de la novia, Miquel Suay y Presen Rodríguez. Un desfile tan urbano como jaleado.