Hechizados por las guitarras

El directo de la banda sevillana Maga llega hoy a A Coruña (sala Le Club) y mañana sábado a Pontevedra (sala Karma). Les esperaban ayer en Moon, en Santiago, pero no pudo ser y el concierto se canceló el día anterior sin demasiadas explicaciones más allá de la imposibilidad de que se desplazase el equipo al completo. Un año después de la publicación de su quinto disco, Satie contra Godzilla (Mushroom Pillow, 2011), el cuarteto se ha lanzado a la carretera para rodar las diez canciones de un trabajo que confirma la senda guitarrera emprendida en A la hora del sol (2010), su primera entrega para la discográfica que comparten con La Habitación Roja, El Columpio Asesino, Sr Chinarro y los gallegos Triángulo de Amor Bizarro, entre otros.

Tras el último festival de la temporada en el que han participado, Monkey Week en el Puerto de Santa María, llevan algo más de un mes recorriendo las salas de la península “a pesar de este otoño negro”, dice Javier Vega, bajista. “Hace tiempo que los músicos no ganan dinero de la venta de discos, pero es que ahora tampoco se gana con los conciertos. El caso es que nosotros hemos nacido para tocar y eso es lo que hacemos, en vez de quedarnos en casa lamentándonos”. Con varios cientos de conciertos a la espalda en una década, sintieron necesidad de evolución. Y, para añoranza de algunos seguidores y de parte de la crítica especializada, pasaron de la electrónica de sus inicios al filo de las guitarras y de los registros más contundentes. Ahora perciben la incorporación de fans muy jóvenes, “que se saben todas las canciones nuevas y ni siquiera conocen ‘Diecinueve’ (tema incluido en su álbum blanco de 2002 y uno de los emblemas del grupo), es algo curioso y también satisfactorio”.

“Creo que habremos tocado unas cuatrocientas veces. Las canciones y la música han ido cambiando con nosotros mismos, a todos nos han pasado muchas cosas en este tiempo. Quizá en las letras mantengamos nuestro registro particular para ver el lado diferente de las situaciones, aunque podamos contarlo de manera un poco distinta”, explica. Vega y Miguel Rivera (voz, guitarra, teclados y programación) se reparten la autoría literaria. Todo lo demás es contribución colectiva a la que se suman el pianista César Díaz y el batería Pablo Cabra. Al frente de la producción de Satie contra Godzilla estuvo Ramón Rodríguez, The New Raemon, quien de pronto es una figura relevante en esta escena musical. Lo grabaron todos juntos, en el local de ensayo, a la vieja usanza. “Por eso estas canciones van a la raíz de los directos, están hechas para los conciertos”.