ERC recupera terreno en Lleida

Convergencia i Unió (CiU) ha vuelto a ganar con holgura en unas elecciones autonómicas en la circunscripción de Lleida, que aporta 15 escaños a la cámara catalana. La federación nacionalista obtiene ocho escaños y el 43 % de los votos. ERC ha recuperado terreno y pasa de uno a tres, mientras que el PSC pierde dos. El PP conserva los dos que tenía e ICV-EUIA recupera el representante que perdió hace dos años. En conjunto, la provincia de Lleida registró un aumento de la participación del 10% (pasó del 59% al 69%).

Sin embargo, esta victoria de CiU, la décima consecutiva, no fue festejada en su sede con tanta euforia como en otras ocasiones porque su candidato y alcalde de La Seu d’Urgell, Albert Batalla, confiaba en obtener un mejor resultado y reforzar su hegemonía en el conjunto de la demarcación, pero al final solo ha obtenido mil votos más (88.636).

“Los resultados están calientes y ahora es difícil valorar por qué Convergència i Unió ha sufrido un descalabro electoral”, dijo Batalla una vez finalizado el escrutinio. “Tendremos que ver si el hecho de situar en el epicentro del país el discurso soberanista ha favorecido a otras fuerzas políticas. En todo caso, que nadie piense que ha sido una estrategia electoral. Nosotros tenemos claro que Cataluña tiene que dar un paso hacia delante desde el punto de vista de la construcción de un Estado propio”.

Batalla: “Es difícil valorar por qué CiU ha sufrido un descalabro electoral”

CiU ha ganado en todas las comarcas de Lleida y también en todos los municipios, excepto en Arsèguel, Fulleda y Senterada (ERC) y Canejan (PSC).

La formación republicana ha ganado unos 7.000 votos, los mismos que ha perdido el PSC, y se convierte en la segunda fuerza política de la demarcación. El PP, que ha ganado unos 4.000 votos, ha relegado por primera vez a los socialistas al tercer puesto.

La gran derrotada de estas elecciones anticipadas ha sido la lista del PSC encabezada por el alcalde de Lleida, Àngel Ros (el único socialista que se mantiene en la alcaldía de una capital de provincia), que pierde dos de los tres diputados que tenía, algo que no ocurrió hace dos años cuando su antecesor Joaquim Llena mantuvo el tipo a pesar de cosechar los peores resultados de la historia.

En la sede socialista se encajaron los resultados con el lógico desencanto. Ros, que venía de postularse como aspirante a liderar el PSC catalán, no esperaba un fracaso semejante en su primera aparición como candidato de unas autonómicas.

Posiblemente la campaña hiperactiva y excesivamente personalista que ha desarrollado no ha sido lo más acertada que convenía en unas circunstancias como las que han marcado estos comicios. Su mensaje federalista y en clave local no ha calado en el electorado y estos resultados pueden interpretarse como un toque de atención para su futuro municipal.

El avance más espectacular ha sido el de ERC, una formación que estrenaba candidato en la persona de Josep Cosconera, ex alcalde de Guissona, la población de Cataluña que cuenta con más población inmigrante y con menos paro gracias a la Corporación Agroalimentaria Guissona.

Los republicanos se convierten en la segunda fuerza con más diputados por Lleida, tres, e igualan sus mejores resultados en el pasado.

ICV-EUIA también ha mejorado sus resultados, ha sumado casi 11.000 votos, más de 3.000 respecto a las elecciones de hace dos años y eso le permitirá volverá a tener representación en el Parlamento de Catalunya con Sara Vilà.

Éxito también para la Candidatura d’Unitat Popular (CUP), que en su primera participación en unas eleccciones autonómicas ha conseguido más de 6.000 votos, un 3% insuficiente para conseguir representación parlamentaria.