Sánchez-Camacho invita a Mas a volver al notario para defenderse

Artur Mas cometió en la campaña electoral de 2006, en los comicios que supusieron la reedición del segundo tripartito, un acto de alto riesgo: una firma ante notario en el que se comprometió a no pactar con el Partido Popular. Años después, confesó que se equivocó. Mas y Alicia Sánchez-Camacho, candidata popular, han cooperado en los recortes en esta legislatura, pero su relación está hecha añicos. Con un envenenado dardo, la popular rescató ayer aquel error y emplazó tanto a Mas como a la familia Pujol a acudir al notario para asegurar que no tienen cuentas ni en Suiza ni en Liechtenstein ni en ningún otro paraíso fiscal.

“Mas está muy nervioso. ¿No les gusta tanto ir al notario? Pues que vaya. Son ellos los que tienen que dar explicaciones sobre lo que ha publicado un medio de comunicación”, afirmó la candidata popular, justo antes de dar un paseo por el mercado municipal de Sant Antoni al tiempo que recordó la implicación de CiU en el Caso Palau, que ha supuesto el embargo de su sede. En esta recta final de campaña, Sánchez-Camacho pisa y levanta el pie del acelerador en el tema de la corrupción por si acaba alimentando el victimismo de CiU. No lo mencionó en el debate a tres ni en el discreto mitin de anoche ante unas 300 personas en Tortosa, una tierra poco propicia ya para el PP desde el polémico y frustrado trasvase del Ebro.

En el desangelado acto, Sánchez Camacho avisó que si Mas alcanza la mayoría absoluta el proceso soberanista será irreversible y expresó su certeza de que CiU y ERC tienen firmado un “pacto secreto” para que en el Parlament solo se discutan “políticas identitarias y separatistas”. Y en plena pugna por la segunda plaza, la popular arremetió con los socialistas por no apostar por la unidad de España. “En sus actos no se ven banderas españolas. Esa es la diferencia”, dijo añadiendo que por esa razón Felipe González no ha querido participar en esta campaña porque el PSC está más cerca de los independentistas que del PSOE.

La firma del notario fue un acto de alto riesgo pero también lo son ya los paseos por los mercados. El que dio ayer la popular por el de Sant Antoni provocó un evidente fastidio entre tenderos y clientes. Hubo pitidos, cierta tensión y gritos de “¡fuera, fuera!”. Estaba previsto que la popular diera un paseo por el de Blanes, su población natal. Por razones de agenda, se ha cancelado.