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El PP rechaza más impuestos a los ricos y cualquier moratoria de la deuda

La oposición acusa a Fabra de presentar unos presupuestos intervenidos por el Gobierno de Rajoy y con recortes que afectan al gasto social

El presidente del Consell, Alberto Fabra, y el vicepresidente, José Ciscar, escucha las explicaciones del consejero José Manuel Vela.
El presidente del Consell, Alberto Fabra, y el vicepresidente, José Ciscar, escucha las explicaciones del consejero José Manuel Vela.JOSÉ JORDÁN

Todo el mundo sabía, el año pasado por estas fechas, que los presupuestos que defendía el PP acabarían siendo rescatados. Doce meses después, el presupuesto de la Generalitat Valenciana para 2013 se presenta condicionado por la caída de ingresos, intervenido por el Gobierno central y aplastado por la deuda. Pese a ello, los populares rechazan propuestas de aumento de impuestos que reportarían 350 millones y moratorias en el pago de la deuda o los intereses.

Los tres grupos de la oposición defendieron ayer sus enmiendas a la totalidad de los presupuestos autonómicos, que la mayoría absoluta del PP rechazó en las Cortes Valencianas. Ni la subida de impuestos a los ricos (con la recuperación del impuesto sobre sucesiones y donaciones para los mayores patrimonios o la implantación de un impuesto sobre compra de obras de arte y vehículos de lujo) y la creación de un gravamen sobre los depósitos bancarios, que defendían los socialistas; ni la moratoria en el pago de la enorme deuda de la Generalitat, que propugnó Compromís, o del pago de los intereses al Gobierno central por sus rescates, que planteó también el PSPV-PSOE, fueron aceptadas, lo que habría obligado a devolver las cuentas al Consell,

En una sesión en la que estuvo presente, casi desde el principio, el presidente Alberto Fabra, el consejero de Hacienda, José Manuel Vela, habló de un "marco de contención y austeridad" y añadió que se ha tratado de mantener el gasto social en unos presupuestos que ascienden, en la cuenta general, a 12.784 millones (un 7,1% menos que en 2012) y a 13.940 millones en las cuenta consolidada, que incluyen las empresas públicas (un 9% menos). El proyecto prevé un incremento del 55,3% de gastos para atender la deuda y sus costes.

El diputado Francisco Toledo defendió la enmienda a la totalidad socialista y, en contra de lo dicho por Vela, sostuvo que sí que se recortan partidas sociales. Toledo arremetió contra Fabra por su irrelevancia ante el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. "No pinta nada en el PP", dijo. El PP vive en "el mundo de Yupi", añadió el diputado socialista, para quien los presupuestos incluyen "gigantescos recortes sociales" que cifró en 1.022 millones de euros. "Deje de ser el presidente de la morosidad valenciana", pidió el parlamentario, que instó a Fabra a que pague a los valencianos antes que los intereses al Gobierno por sus préstamos. “El problema no es de falta de liquidez sino de falta de sensatez”, dijo.

Según Ricardo Costa, del PP, Rajoy ha hecho más en un año que hizo el PSOE en ocho. “No es un presupuesto para quedar bien con nadie, sino realista y que genera confianza”, afirmó el diputado popular sobre las cuentas del Consell. Al evocar el primer año del PP en la Moncloa, Costa admitió que “los presupuestos de Rajoy no tratan a la Comunidad Valenciana como debieran”. Pero, después de recordar que los populares siempre criticaron al socialista Rodríguez Zapatero por discriminar a la Comunidad Valenciana, señaló: "Lo decíamos entonces y lo decimos ahora".

Toledo le replicó: "Usted aplaudía de pie mientras Camps arruinaba a la Comunidad Valenciana". Costa, en la réplica, llegó a asegurar: "Con Zapatero se generaban 8.800 parados al mes. Con Rajoy, 6.755. Vamos por buen camino".

La portavoz de Esquerra Unida, Marga Sanz, reprochó al PP que “estos son los presupuestos del recorte”, y lo cifró en un 40% en educación y un 50% en sanidad. “Ni sociales, ni austeros, ni responsables. Son presupuestos falsos y raquíticos. Para tirarlos a la papelera”, sentenció Sanz, que preguntó a Vela si los ha hecho él o el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. “Este presupuesto jamás se cumplirá. Será cartón piedra, como otros anteriores”, vaticinó. Y tal como haría después Mireia Mollà, criticó con dureza el pacto entre el PP y el PSOE que reformó la Constitución para imponer la reducción de déficit, un corsé que ahoga cualquier política justa con los desfavorecidos.

En la réplica, la diputada del PP Marisol Linares defendió que los presupuestos son “difíciles, realistas y valientes”, y acusó a la oposición de “catastrofista”. Linares dijo que Esquerra Unida vive en “otra comunidad”, la de “la cuatribarrada y la muixeranga”. Añadió que la formación representa “un comunismo denostado y fuera del siglo XXI”.

La diputada de Compromís Mireia Mollà denunció que la corrupción ha creado una crisis de confianza en la Administración valenciana. "Su propio partido en Madrid no se fía de ustedes", reprochó al PP. La diputada propuso una moratoria de la deuda pública, que tildó de “odiosa”, y planteó un “ejercicio de desobediencia” ante la “gran estafa” en que consiste el hecho de que la Comunidad Valenciana no reciba la financiación autonómica que necesita y tenga que pagar, sin embargo, “intereses astronómicos” por los rescates del Gobierno.

La diputada de Compromís propuso una “moratoria en el pago de la deuda y los intereses”, la elaboración de una auditoría sobre “la legitimidad o ilegitimidad de esa deuda” y “una negociación para refinanciarla”. Hay que rescatar antes a las personas que a los bancos, reiteró.

El popular Vicente Betoret dijo que Compromís practica “una demagogia sangrante” y acusó a la coalición de que en los Ayuntamientos en los que gobierna no aplica esa moratoria de la deuda.

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