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Caamaño exige cambios de organización en un PSdeG “enclaustrado”

El secretario provincial coruñés arremete contra las minorías que están en el partido por “redes de intereses” y contra un“sistema estructural que premia relaciones personales”

El secretario general del PSdeG de A Coruña, Francisco Caamaño, reconoció ayer “los malos resultados electorales” en los últimos comicios autonómicos en los que los socialistas perdieron tres escaños en la provincia, pero reivindicó su visión “okupa” del partido —en alusión a como le tildó el exalcalde coruñés Francisco Vázquez—, como miembro del sector más galleguista y de izquierdas que desea renovar un modelo organizativo “enclaustrado”.

Así lo aseguró Caamaño en una intervención abierta a los medios en el comité provincial del PSOE coruñés celebrado ayer, en un discurso plagado de referencias a la unión del partido que debe estar basada en “la lealtad” con los compañeros, y en donde llamó a la autocrítica en el seno del PSdeG para cambiar el rumbo.

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Caamaño se siente “responsable” ante la militancia y “miles de hombres y mujeres de esta provincia a los que no se supo dar una respuesta convincente” en los últimos comicios. “Perdimos demasiadas energías buscando enemigos internos y olvidamos que el PSdeG tiene un único enemigo: las malas ideas de los que gobiernan”, afirmó. “El PSdeG será alternativa si estamos dispuestos todos a trabajar juntos y ser creíbles”, explicó, para pedir una “ruta creíble de trabajo de respeto y cambio” que “permita transformarnos sin dañarnos”.

“Hubo quien dijo de mí que era un okupa”, afirmó en referencia al apelativo que le dedicó Francisco Vázquez y que utilizó ayer Caamaño para defender su gestión y cargar contra el funcionamiento del partido. “A la vista de los últimos resultados electorales y los datos que todos tenemos pienso que el okupa no tenía una percepción tan equivocada de la sensibilidad y del sentir social de la ciudadanía”, añadió. El secretario provincial coruñés aseguró no comprender que “lo nuevo sea visto con recelo”, que haya minorías que están en el partido por “redes de intereses”, al tiempo que reprochó que “desacreditar a los compañeros casi siempre sale gratis”.

Caamaño se siente “un okupa” frente a aquellos que creen “en un círculo de influencias”, en un “sistema estructural que premia relaciones personales” y con “una preocupación por subsistir que lleva a la desconexión con la realidad social”. El dirigente socialista pidió “más transparencia y democracia” y un congreso del que salga un secretario general elegido por la militancia.

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