Narcos con respuestas ambiguas

Los métodos utilizados por Asuntos Internos han sido cuestionados en diferentes investigaciones por corrupción policial de mayor o menor relevancia durante los últimos años. El abogado del oficial investigado, Juan García, critica que la unidad “arrancó confesiones de los encarcelados por la fuerza” y siempre con el mismo abogado presente, impuesto por los agentes. “Todo lo que se contó del policía era falso”, sostiene.

El letrado censura la instrucción policial que tuvo en jaque a su cliente durante dos años. “Cuando la fiscalía engancha a un policía corrupto ya no lo suelta, y que haya pasado en este caso demuestra que todo era un montaje”, alega.

Este diario ha intentado localizar al oficial en vano. Su padre declinó asimismo hacer comentarios respecto del caso. El comisario calificó en su día la acusación de “muy grave” y que no tenía “ni pies ni cabeza”.

Algeciras es una población en el corazón del Campo de Gibraltar, principal zona de entrada del hachís procedente de Marruecos. Y la cantidad de personas que las bandas captan al calor del dinero fácil multiplica los rumores, que circulan a la velocidad del rayo. Las declaraciones de los encarcelados por la Operación Lunares coincidieron en denunciar los malos hábitos del oficial (prostitución, adicción a la cocaína, aceptación de sobornos, etc.), pero el paso de los meses les hizo cambiar de opinión a la mayoría y desdecirse o rebajar el tono de sus críticas.

“Al preguntar a los testigos las respuestas han sido ambiguas, no concluyentes, y la mayoría de las veces contradictorias entre sí”, determina la fiscalía sobre su informe de archivo de este caso de corrupción.