Un hombre mató a puñaladas a dos prostitutas porque se le “fue la cabeza”

Un vecino de Benissa de 32 años que se entregó tras matar a dos prostitutas con las que acababa de mantener relaciones sexuales de 23 puñaladas ha explicado al tribunal que se "le fue la cabeza" a raíz de que sorprendió a una de las víctimas apoderándose de un sobre suyo con dinero. El juicio con jurado a Francisco Jesús C.C. ha comenzado este lunes en la Audiencia Provincial de Alicante con la declaración del autor confeso del doble crimen de estas mujeres de nacionalidad nigeriana y ecuatoguineana, respectivamente, y para quien el fiscal pide inicialmente 12 años por cada uno de los homicidios.

La acusación particular demanda elevar la pena por dos asesinatos y añadir los delitos de abuso sexual y omisión del deber de socorro, así como las agravantes de alevosía, abuso de superioridad y racismo, mientras que la defensa reconoce los homicidios aunque pide las atenuantes de arrebato, intoxicación por drogas y confesión.

Los hechos ocurrieron a partir de la madrugada del 3 de agosto de 2011 cuando el acusado se dirigió a un club nocturno de Calp para festejar que acababa de cobrar 900 euros en su trabajo, y mantuvo relaciones a cambio de dinero con una de las víctimas, C.A.Horas después, ambos decidieron trasladarse junto con otra prostituta,J.P.I., al domicilio del hombre en la cercana Benissa para continuar con las relaciones aunque ahora los tres juntos.

Al día siguiente, tras también ingerir cocaína y alcohol, una de las mujeres salió del dormitorio para ir al baño pero el procesado la descubrió apoderándose del sobre donde guardaba entre 300 y 400 euros que le sobraban del salario que habían recibido la víspera. Se inició una violenta discusión en la que, según la confesión del procesado, trató de "defenderse" de los puñetazos de las mujeres con un cuchillo de cocina, con el que apuñaló indiscriminadamente "hasta que (las víctimas) quedaron en el suelo".

"Se me fue la cabeza porque me sentía atacado. Lo siento mucho y pido disculpas, pero pasó así aunque ojalá pudiera volver atrás", ha dicho ante el jurado el Francisco Jesús C.C., que ha relatado que escondió en una habitación los cuerpos y que limpió de sangre de todo el domicilio ante la posibilidad de que llegara un sobrino suyo y viera lo ocurrido.

Ha asegurado que después de "llorar" y de "pensar durante muchas horas la locura que había hecho" decidió entregarse, y que de camino al cuartel de la Guardia Civil echó a la basura todos los efectos que habían quedado por el suelo, incluido el sobre con el dinero que dio origen al doble crimen.

"Soy culpable pero tampoco era mi idea matar a nadie. Pagaré las consecuencias porque no tengo derecho a acabar con la vida de nadie y pido perdón a las familias, aunque no puedo hacer nada más", ha exclamado. El juicio continuará mañana con las testificales y seguirá el miércoles con las pruebas periciales, mientras que el jueves está previsto que sean las conclusiones finales.