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El aval fallido a Alfageme bate marcas de morosidad en la Xunta

La conservera generó una morosidad equivalente a la de los últimos 16 años

María Fernández
Fachada de la conservera Alfageme en Vigo.
Fachada de la conservera Alfageme en Vigo.

El respaldo público a la conservera Alfageme pasará a la historia como el ejemplo de un enorme fracaso. Tan grande, que los avales concedidos a la firma viguesa por el gobierno bipartito (PSdeG-BNG) hace dos legislaturas han creado en las cuentas de 2012 un agujero equivalente a la suma de todos los avales fallidos desde 1994 en adelante. Es lo que se deduce del último informe elaborado por el Consello de Contas, pendiente de aprobación definitiva, y que muestra cómo la crisis ha hecho crecer las operaciones de rescate.

El documento explica que los avales de los últimos 16 años (hasta 2011) otorgados a empresas para respaldar préstamos ante la banca obligaron a la Xunta a sufragar 30,4 millones de euros por incumplimientos de las propias pymes. El pasado julio, el juzgado que tramitó el concurso y posterior liquidación de Alfageme ordenó a la Consellería de Industria el abono de 32,8 millones comprometidos en 2008 en distintas operaciones, lo que rompe todas las marcas.

El riesgo de impagos se concentró entre 2007 y 2010

Ese apoyo sin precedentes no ha tenido hasta el momento ninguna recompensa. En mayo el juzgado declaró culpable el concurso de Alfageme y condenó a Gustavo Lago Rey, su principal ejecutivo, a cinco años de inhabilitación para administrar bienes y a indemnizar al resto de los acreedores con 11,8 millones de euros. El juez señaló entonces que Lago realizó pagos indiscriminados “a favor de una empresa del grupo que terminó engullendo todo el capital social en detrimento de los acreedores”, lo que “contribuyó a generar o agravar la insolvencia”. Al final la Xunta pagó los platos rotos. Los trabajadores denunciaron la manga ancha con que el Igape, entonces dirigido por Álvaro Álvarez Blázquez, había actuado con la conservera propiedad de Promalar, un grupo inmobiliario que la compró en 2007. Tras ejecutar cerca de 200 despidos, parte de la plantilla sigue esperando una solución para reincorporarse gracias a una operación impulsada por Industria para revitalizar las fábricas.

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En su informe, el Consello de Contas también alerta de que, entre los años 2007 y 2010, el riesgo de impagos se concentró: “Se observa que 22 empresas, que representan al 18% del total de entidades avaladas, disponen de 43 avales con un riesgo efectivo de 188,9 millones, el 65% del total”. Firmas ya desaparecidas o en concurso de acreedores como Montoto, Maderas Iglesias, Eduardo Vieira o Dygra Films figuran en la lista.

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En cuanto a los préstamos concedidos por el Igape y analizados por Contas en el periodo 2007-2010, el organismo fiscalizador detecta un espectacular aumento de los mismos. Menos de un tercio de los beneficiarios han recibido el 70% de la financiación.

 

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Sobre la firma

María Fernández
Redactora del diario EL PAÍS desde 2008. Ha trabajado en la delegación de Galicia, en Nacional y actualmente en la sección de Economía, dentro del suplemento NEGOCIOS. Ha sido durante cinco años profesora de narrativas digitales del Máster que imparte el periódico en colaboración con la UAM y tiene formación de posgrado en economía.

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