Fallece la menor ingresada tras el aplastamiento en la fiesta de Halloween
La otra joven herida, de 20 años, sigue muy grave La empresa de la fiesta de Halloween dice que hubo un “riguroso control de acceso”
Belén Langdon del Real, la joven de 17 años que resultó herida de carácter crítico en el concierto del Madrid Arena la madrugada del pasado jueves, murió a las nueve menos diez de ayer en la unidad de cuidados intensivos del hospital Doce de Octubre de la capital. La menor no pudo recuperarse de las lesiones por aplastamiento que sufrió durante la avalancha de la fiesta de Halloween en la que se vieron involucrados centenares de asistentes. Sus padres, que se encontraban de viaje en Brasil y que regresaron de manera anticipada, donaron los órganos de la muchacha. Mientras, la otra joven que se encuentra en estado crítico, María Teresa Alonso, de 20 años, continuaba ayer estable dentro de la extrema gravedad, según fuentes hospitalarias.
Langdon del Real es la cuarta víctima mortal de la tragedia del Madrid Arena. Se añade a las tres chicas de 18 años que fallecieron la misma noche del evento: Katia Esteban Casielles, Rocío Oña Pineda, y Cristina Arce de la Fuente. Las tres fueron incineradas en los cementerios de la Almudena, en Madrid, y en el de La Paz, en Alcobendas.
El personal del SAMUR que atendió a Belén Langdon diagnosticó desde el primer momento a la paciente como muy crítica, dado que el aplastamiento le había causado lesiones muy graves. Fuentes hospitalarias informaron equivocadamente de que había muerto la mañana del jueves. La Consejería de Sanidad desmintió este extremo.
Belén Langdon fue identificada erróneamente porque su huella dactilar no coincidía con el carné de identidad que mostró a la entrada (solo los mayores de edad podían entrar en la fiesta). La chica era muy aficionada al deporte, en especial a las carreras de campo a través, y estudiaba segundo de Bachillerato en el colegio Aldeafuente, de la empresa Fomento, en la urbanización La Moraleja (Alcobendas).
Los padres de la joven fallecida llegaron el viernes por la tarde al hospital Doce de Octubre. La joven falleció horas después. Tras su muerte, los progenitores, que prohibieron al centro hospitalario dar información sobre el fallecimiento, donaron los órganos. Esto retrasó su traslado hasta el Instituto Anatómico Forense hasta bien avanzada la tarde. Hoy está previsto que se le practique la autopsia.
Durante toda la mañana se vivieron escenas de dolor entre los amigos y familiares de Belén. Algunos allegados no quisieron hablar y otros llegaron a recriminar a algunos periodistas que se inventaran la noticia del fallecimiento. Instantes después eran otros conocidos de la joven los que les informaban de la triste noticia. Después se fundieron en abrazos y llantos.
Al centro hospitalario también acudieron los padres de Cristina Arce, otra de las fallecidas en la avalancha. Quisieron darles en persona el pésame por el fallecimiento de la menor.
Mientras, los agentes del Grupo V de Homicidios continúan revisando las imágenes de las 90 cámaras de seguridad del recinto de ocio. Este trabajo se prolongará varios días debido a que tienen que ver unas 1.350 horas de grabación. La policía tomó declaración a Miguel Ángel Flores, el máximo responsable de la empresa Diviertt, la organizadora de la fiesta de Halloween en el pabellón madrileño.
“Hubo un control de entrada riguroso”
Un portavoz de esa empresa ha asegurado que se respetó el aforo del recinto y que no le costa que hubiera más menores aparte de la chica herida de 17 años, y ha responsabilizado de los hechos a quien tiró la bengala. En declaraciones a la Cadena Ser, Jorge Morales ha asegurado que según los datos que tiene la empresa a la que representa, se vendieron 9.650 entradas y dentro del recinto había ese mismo número de personas, ya que, según ha dicho, "había un riguroso control de acceso" a través de una empresa que validaba las entradas para evitar duplicaciones y falsificaciones.
Según Morales, la empresa se basa en datos oficiales y no en los testimonios ,"en algunos casos con espurios fines", que se han escuchado sobre gente que se "coló" en la fiesta o sobre la presencia de menores en la misma. "No me consta que hubiera fallos en el control de acceso", ha insistido, antes de quitar toda responsabilidad a la empresa que representa, porque, según ha dicho, cumplió con "toda la normativa". Ha repetido, en este sentido, que tanto la Delegación del Gobierno como el Ayuntamiento -propietario del recinto- dieron el visto bueno al plan de autoprotección del recinto y ha asegurado que había una dotación de más de 100 personas encargadas de la seguridad, además del refuerzo de Policía Municipal y Nacional que había fuera del local.
Por ello, ha dicho que la empresa organizadora no tiene ninguna responsabilidad en la tragedia, y ha pedido que se investigue de forma exhaustiva al individuo o individuos que "por su actuación proterva han generado el mal". "Aún extremando las medidas y normas de seguridad, siempre puede haber alguien que, utilizando el disfraz, bajo anonimato, y previendo que puede haber una situación de estampida, genera ese mal deliberadamente", ha acusado.
De los 38 agentes de seguridad que había esa noche en el recinto, solo cinco estaban en el único acceso controlado, informa la Cadena SER, que cita fuentes de la empresa de seguridad privada. Los 33 restantes estaban fuera, rodeando el perímetro del Madrid Arena.
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