ELA desinfla la huelga general
El sindicato nacionalista decide al final no secundar el paro del 14-N La división pone en riesgo el impacto de la convocatoria en Euskadi La central mayoritaria prioriza la “agenda vasca” sobre la protesta europea
La decimocuarta huelga general de la democracia en Euskadi, convocada oficialmente hoy mismo por los sindicatos CC OO, UGT y USO para el 14 de noviembre próximo, nace una vez más —y ya van siete ocasiones en otros tantos llamamientos desde mayo de 2009— envuelta en la división sindical, lo que hace peligrar el éxito de la movilización laboral. ELA, la central nacionalista mayoritaria en la comunidad autónoma, se encargó ayer de echar un jarro de agua fría a los convocantes al anunciar su decisión de no apoyar la jornada de lucha, como ya había hecho dos días atrás LAB, la otra central abertzale más relevante.
De nuevo, la falta de entendimiento en el entramado sindical vasco pone al descubierto el carácter político de estos paros y ahonda en la fractura existente entre los dos grandes bloques: ELA y LAB, por un lado; UGT y CC OO, por otro.
La división se escenificó con toda su crudeza. Casi al mismo tiempo que los secretarios generales de CC OO y UGT en Euskadi, Unai Sordo y Dámaso Casado, respectivamente, y la responsable de acción sindical de USO, Margari Iza, registraban la convocatoria en la sede del Gobierno vasco en Bilbao, ELA difundía un comunicado dándole la espalda.
La central que encabeza Adolfo Muñoz tenía previsto hacer pública su decisión los pasados lunes o martes —así lo dijo el propio Muñoz el 25 de octubre en una rueda de prensa—, pero al final postergó el anuncio hasta ayer sin aclarar los motivos. Lo hizo a través de una nota oficial, evitando comparecer ante los medios informativos. Calcó así la estrategia empleada por LAB para desmarcarse de la huelga.
La organización de Muñoz hizo pública su resolución por medio de una nota
ELA sostiene en su nota que ya convocó, junto a otras organizaciones abertzales, una huelga general en Euskadi y Navarra el pasado 26 de septiembre para protestar contra los recortes de Rajoy y prefiere “mantener una agenda propia en Euskal Herria de propuestas alternativas y de movilización”. LAB también sacó a relucir el 26-S cuando tuvo que excusar su participación el 14-N, aunque reconoció no tener dudas de que “sobran razones para convocar nuevas y más movilizaciones, huelgas generales incluidas”.
Las decisiones de ELA y LAB se han adoptado por separado y no en el seno de la plataforma Gune, de la que también forman parte otras centrales como ESK, STEE-EILAS o Hiru, junto a un centenar de colectivos sociales. Entre estas organizaciones tampoco hay unidad de criterio, dado que ESK fue la primera en registrar la convocatoria de huelga en Euskadi, mientras que Hiru y STEE-EILAS decidieron no hacerlo.
Una convocatoria cada seis meses
Una huelga general cada 182 días. Ese el promedio que arrojan las convocatorias de paro en todos los sectores registradas en Euskadi desde mayo de 2009.
21 de mayo de 2009. Primera huelga de esta serie, promovida por ELA y LAB pocos días después de la llegada de los socialistas al Gobierno vasco.
29 de junio de 2010. Los sindicatos nacionalistas van la huelga contra la reforma laboral de Zapatero. CC OO convoca por separado.
29 de septiembre de 2010. CC OO y UGT, entre otras organizaciones, convocan un paro también contra la reforma laboral.
27 de enero de 2011. ELA y LAB salen a la calle contra la reforma de las pensiones.
29 de marzo de 2012. Paro de las centrales nacionalistas contra la reforma laboral del PP.
29 de septiembre de 2012. De nuevo los nacionalistas convocan un paro general contra los recortes de Rajoy.
Con su decisión, ELA da prioridad a su pertenencia a esta plataforma frente a la convocatoria de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), de la que también forma parte. La central nacionalista quiso aclarar que su desmarque “en ningún caso debe ser entendido como algo contrario al modelo de movilizaciones que se está desarrollando en diferentes países europeos”. Al contrario, se congratuló de “la extensión de movilizaciones por Europa tras el llamamiento de la CES” y se reafirmó en su “apuesta por la huelga como única vía para obligar a cambiar la política”.
El sindicato mayoritario expresa su convencimiento de que en los próximos meses los Gobiernos harán “nuevos y duros recortes” en pensiones y prestaciones sociales, a los que “continuará contestando como ha hecho hasta ahora”. La misma reflexión hizo ayer Sordo para justificar la convocatoria: “En los próximos meses se va a profundizar el proceso de disminución salarial que se está dando en la mayoría de las empresas de este país y, si no se cambian las políticas, se va a seguir deteriorando el modelo social”.
Los dos grandes sindicatos abertzales cuentan en Euskadi con el 39,8% y el 17,2% de la representación en los centros de trabajo, respectivamente, frente al 20% de CC OO y el 12,4% de UGT, lo que permite prever que se resentirá el seguimiento del 14-N. Así ocurrió el 26 de septiembre, cuando las centrales mayoritarias tampoco recibieron el respaldo esperado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.