El futuro de Telemadrid, en el aire tras recortar su presupuesto un 35%
La televisión, ya con graves dificultades financieras, contará en 2013 con 47 millones menos La Comunidad está dispuesta a cerrar el canal si no hay un ERE
Los recortes llegan a la maltrecha Telemadrid. Envuelta en graves dificultades financieras, la televisión pública tendrá el próximo año 47 millones de euros menos. El Consejo de Administración, controlado por el PP, aprobó el presupuesto de 2013 con el voto en contra de los consejeros del PSOE y de IU, que consideran “absolutamente provisionales” las cuentas, según las cuales los gastos de explotación pasan de 131 millones a 84,5 (un 35% menos).
De momento, la Comunidad ha optado por meter la tijera a la subvención. La asignación que aporta a través del contrato-programa se reduce en ocho millones respecto a los 78 de este ejercicio. Pero en realidad, esta cuenta es ficticia. En 2012 la Comunidad ha inyectado a Telemadrid otros 40 millones para hacer frente a los vencimientos de los bancos (hasta hace unos meses la deuda a largo plazo era de 240 millones). El ente tuvo que pedir el rescate ante la negativa de las entidades financieras a prorrogar los créditos. Y deberá solicitar más fondos para terminar el curso.
La oposición augura que las previsiones para 2013 “perderán validez en cuanto se presente el informe de Cuatrescasas”. Este documento, que estará listo a mediados de noviembre, trazará el futuro de Radiotelevisión de Madrid (RTVM). El ente público le ha encargado a la consultora un estudio sobre la viabilidad de la compañía (por el que cobrará 140.000 euros más IVA). Y todo apunta a que su receta pasará por un expediente de regulación de empleo (ERE) de colosales dimensiones. De los 1.175 trabajadores que componen la plantilla, podrían salir 900.
La cifra la barajó el presidente del Ejecutivo autonómico, Ignacio González, el pasado 1 de octubre durante una reunión con los sindicatos mayoritarios en la Puerta del Sol, a la que acudieron el secretario general de UGT, José Ricardo Martínez, y el de Comisiones Obreras, Javier López. “El presidente planteó 900 salidas por simple analogía con la Radiotelevisión Valenciana”, explican fuentes próximas al Ejecutivo. Oficialmente, la Comunidad no confirma una cifra. La RTVV tiene previsto menguar un 73% su plantilla (de 1.645 empleados a 1.196) —el porcentaje de afectados en Telemadrid sería del 76,5%—, pero la corporación valenciana no puede, de momento, despedir porque no tiene dinero.
Los recursos humanos de Telemadrid quedarían reducidos a 275. Justo los puestos de los Servicios Informativos. “La idea de la Comunidad es quedarse con los informativos, que generan hasta el 75% de los contenidos propios, y externalizar el resto de servicios”, aseguran los trabajadores. Pero en el presupuesto de 2013 no se contemplan cambios en la partida de personal, a la que se destinan 51 millones.
La oposición considera que el hachazo repercutirá también en la calidad de la programación e incrementará aún más la incertidumbre sobre el futuro de Telemadrid. A esta situación contribuye el hecho de que la cadena prácticamente ya no firme contratos con las productoras para toda la temporada, sino que en la gran mayoría de los casos tienen como fecha límite el 31 de diciembre.
Para abordar el adelgazamiento, Telemadrid quiere que el informe de Cuatrecasas se negocie con los sindicatos antes de su aprobación por el Consejo de Administración. El 31 de diciembre deberá estar cerrada la “hoja de ruta”, aunque “no necesariamente” ejecutada, según fuentes de la cadena.
La Comunidad admite que con un mercado publicitario bajo mínimos y con el grifo del crédito cortado Telemadrid no es sostenible en su actual dimensión. “Hay que meter la tijera a lo bestia”, dicen en medios cercanos al Gobierno.
El director general, José Antonio Sánchez, le pasa la pelota a la Asamblea. “Haré lo que ustedes me digan”, repite una y otra vez a los diputados. Todo parece indicar que hará lo que diga el despacho de Cuatrecasas.
Los contactos están en marcha. Hace dos semanas el número dos de la Comunidad, Salvador Victoria, se reunió con el comité de empresa de RTVV. Le trasladó que debía llegar a un acuerdo con la dirección. Y ayer, González fue rotundo. “Si conseguimos hacer un ERE que nos permita mantener el servicio lo haremos externalizándolo; si no podemos hacerlo, tendríamos que plantear, en su caso, el cierre”. Añadió que hacer un ERE en la cadena “es una imposición legal”, y que es necesario reducir “de manera importante la plantilla” para que Telemadrid “sea viable”.
Para el portavoz de los consejeros socialistas, Eduardo Sotillos, es un “un chantaje: o se acepta un ERE brutal o se cierra la cadena”. Para Izquierda Unida, los planes presupuestarios “añaden incertidumbre al futuro de RTVM y angustia a sus trabajadores”.
La cuestión es si González estará dispuesto a echar el cierre. A diferencia de Esperanza Aguirre, su antecesora en el cargo, necesita la televisión para construir su imagen. “Necesita que Telemadrid siga funcionando. Otra cosa es que le pegue un hachazo”, dicen fuentes del PP.
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