La revalorización de una pareja artística que huía del mercado

"Pintaban para la pintura, no para el mercado, ni para la exhibición ni para la jactancia". Esta es  una de las señas de identidad del Equipo Realidad que remarcó el comisario Javier Lacruz en la presentación de la exposición dedicada a la pareja artística formada  por Jorge Ballester (Valencia, 1941) y Joan Cardells (Valencia, 1948),  inaugurada este viernes en Valencia. En el otro extremo de la relación con el mercado, el comisario  apuntó otros autores valencianos que "están en la mente de todos". "Calatrava", terció Jorge Ballester, la mitad presente del equipo, "si tú no lo dices, lo digo  yo". Y apostilló el comisario: "Valdés; si tú no lo dices, lo digo yo". Tal actitud de los dos artistas que conformaban el equipo valenciano, artísticamente vinculada al realismo crítico emergente en la última etapa del franquismo, es compatible con la revalorización de su trabajo experimentado en los últimos años.

El punto de partida de la exposición es contextualizar una obra de la colección Martínez Guerricabeitia (ligada a la Universitat de València desde 1999), y que en este caso es El reconocimiento del cadáver de Calvo Sotelo por el juez de guardia y el médico forense en el cementerio de Nuestra Señora de la Almudena de Madrid en julio del 36. El recorrido que se inicia en ese cuadro, pintado en blanco, negro y gris, viene enmarcado por tres coordenadas ajustadas a los planteamientos del Equipo Realidad, cuales son el sentido crítico, el rechazo a la idea autoral y "el sentido de la propia identidad de su pintura", y que se concretan en una treintena de "cuadros significativos" del equipo, sobre todo "aquellos que nunca han sido expuestos en Valencia" .

Hay obras que hasta ahora no habían sido  expuestas en España y dos en concreto cuya existencia, al decir del comisario, ignoraban sus autores. Se trata de Il matrimonio y Obstinato rigore, ambas realizadas en Milán  a finales de los años sesenta.  Esta novedad, aplicable también a obras como el Retrato del retrato de un retrato de Velázquez, constituye uno de los atractivos de la muestra titulada Equipo Realidad: Crítica, autoría i identitat, la tercera monográfica que se realiza en España en torno a la fértil pareja artística que durante una década formaron Ballester y Cardells, tras la retrospectiva organizada por el IVAM en 1993  y la que el propio Lacruz diseñó en Pamplona en 2004, dos años antes de publicar un texto de referencia en el que rastrea la iconografía del dúo valenciano.

Como en La familia americana, en Il matrimonio  el presidente de los Estados Unidos y su esposa son los protagonistas de una escena burguesa años sesenta, en la que él aparece asociado a los libros y la biblioteca y ella, a los electrodomésticos. Obstinato rigore "retrata el posado del poder y refleja el ámbito glacial que enmarca el ejercicio del poder", explica Lacruz, psiquiatra, crítico de arte y coleccionista propietario de ambos cuadros.  Y es que en la obra del Equipo Realidad "lo importante es lo que está detrás", y hay que "hurgar" para conocerlo, subrayó el vicerrector de Cultura, Antonio Ariño. "Los medios", añadió, "son los mediadores".

Para ilustrarlo ahí está El entierro del estudiante Orgaz (1966) es la primera obra, cronológicamente hablando, del Equipo Realidad y parte de una fotografía publicada en portada por la histórica revista Triunfo, en tiempos de represión franquista. La exposición incluye también la última obra de la pareja valenciana, Recepción oficial (1976), donde la silueta de Juan Carlos de Borbón, recibe al exministro de Franco Antonio Girón de Velasco y otros miembros de la Confederación Nacional dfe Hermandades y Asociaciones de Excombatientes de España, en lo que era la interpretación de una foto publicada por el diario EL PAíS.

Las treinta piezas expuestas en La Nau proceden del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, del IAACC Pablo Serrano, del IVAM y de la Fundación Chirivella Soriano, entre otros museos. Muchos de los cuadros inéditos fueron adquiridos por el comisario  de la exposición, quien, según ha explicado, se enamoró de la pintura del Equipo Realidad con tan solo 17 años. Más  tarde compraría algunas de sus obras  y recuperó piezas que estaban en Italia.

En la muestra pueden verse piezas correspondientes a las distintas series del Equipo Realidad, desde Hogar, dulce hogar a De antiguo y ropajes, pasando por los retratos de retratos o la de Hazañas bélicas.  Lacruz destaca un aspecto transversal de la obra de Ballester y Cardells como es el interés crítico por el universo femenino. "Ambos son", dice, "de los pintores adscritos al realismo crítico, los que con mayor interés (y prácticamente en solitario) acuden a esta fuente de inspiración" y abordan, en consecuencia, la denuncia del papel de la mujer en la sociedad de los sesenta. Como ejemplos, véanse en La Nau el tríptico 86 mises en traje de baño,  o Reina por un día (I y II).

La exposición tiene como valor añadido la obra gráfica completa del Equipo Realidad, que recientemente ha sido  incorporada a la colección Martínez Guerricabeitia. Se da la circunstancia de que la muestra que el jueves inauguró en Valencia la Fundación Xirivella Soriano, en homenaje al coleccionista Miquel Agraït, incluye obra también del Equipo Realidad. No en vano, Agraït y  la Galería Punto que abrio en 1972 el coleccionista fueron los principales valedores del conjunto formado por Cardells y Ballester durante un fructífero decenio.