Contra la Pobreza en el Sur... y en el Norte
"El argumento 'no podemos dar' al sur con lo que tenemos 'aquí' no es real. Sería mejor decir 'no podemos dar' ni a los de aquí ni a los del sur"
El marco de la celebración del Día Internacional contra la Pobreza es un buen momento para reflexionar. Y sorprende como algunos, bastantes de nuestros dirigentes políticos y empresarios, cuestionan los presupuestos de cooperación internacional; y mientras, no paran de pedir apoyo económico a la Europa del Norte, para sanear las entidades bancarias que han creado una deuda ilegitima que recae sobre la ciudadanía. Además, escandaliza que se sigan reduciendo los presupuestos en servicios sociales, educación, sanidad o políticas activas de empleo, mientras se inyecta dinero público en un sistema financiero que no ha cuidado nuestros ahorros, ha engañado en sus balances, ha malgastado en sueldos inmerecidos a sus directivos... y cuyos responsables siguen disfrutando de los beneficios obtenidos en esa guisa.
Por esos motivos nos impresiona la falta de sensibilidad y dignidad moral de algunos, bastantes, de nuestros responsables políticos cuando dicen que no podemos combatir la extrema pobreza que afecta a 1.400 millones de personas, para, dicen, luchar aquí contra la misma. Y mientras somos testigos de como ese fondos se utilizan para pagar deudas de la política de grandes eventos de un Gobierno que si “ha vivido por encima de sus posibilidades”.
Indigna que mientras la ciudadanía vivimos los recortes más atroces en las políticas de bienestar Social, (con un 22% bajo el umbral de riesgo de pobreza), se nos explicite que el objetivo principal son las políticas sociales pero que no “hay dinero”. Y es que nosotros, la ciudadanía, ya sea desde el desempleo, o al pie de una bajada de salario continuada, ya desde los “ertes” solidarios o desde una situación heroica de manutención familiar a base de pensiones congeladas, contemplamos. paralelo a los recortes en servicios sociales y al no podemos cooperar, como se ejercen medidas que favorecen la desigualdad, y toleran el fraude fiscal, “medidas excepcionales para incentivar la tributación de rentas no declaradas" -amnistía fiscal-, o de ingeniería tributaria de las SICAV para que pagar un 1% de impuestos de sociedades.
Por ello pensamos que no es aceptable seguir confundiendo a la ciudadanía con ideas que abonan el crecimiento del racismo y xenofobia y con acciones institucionales que fomentan la beneficiencia mientras se paralizan las políticas públicas de redistribución. Y lo peor, haciendo creer que de esta crisis solo se sale reduciendo derechos sociales, laborales y recortando los presupuestos en políticas de solidaridad y de lucha contra la pobreza en el Sur. Hechos a los que nos oponemos mientras reclamamos el cambio de un modelo que da alas a los mercados, que ya han sufrido muchos de los países de América Latina y que ahora nos está hincando el diente a las economías del sur de Europa.
El argumento “no podemos “dar” al sur con lo que tenemos “aquí” no es real. Sería mejor decir “no podemos “dar” ni a los de aquí ni a los del sur, porque lo hemos dado al sistema financiero para “sanearlo”. Por eso proponemos celebrar el Día Mundial contra la Pobreza, desde la crítica a los recortes que la generan y que ahogan a las organizaciones sociales que trabajan con personas con discapacidad, inmigrantes, dependendientes y personas empobrecidas y en riesgo de exclusión social. Y a la vez desde la propuesta eterna de un sistema económico y social que tenga como prioridad principal las personas, los derechos humanos y la justicia social.
Carles Xavier López Benedí y Maite Puertes, presidente y vicepresidenta de la Coordinadora Valenciana de ONG, portavoces de Pobresa Zero.
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