Teatro comprimido a bajo precio

"Es tiempo de reinventarse", pronostican los actores y directores de la escena contemporánea. Bajo esa premisa, un nutrido grupo de compañías se ha unido al proyecto Miniteatro, organizado por María Minaya y Cristina García. Este modelo de espectáculo, que se desarrollará en el Espai La Rambleta de Valencia, ofrecerá "viajes múltiples en espacios inusuales". O, lo que es lo mismo, cápsulas de pequeñas dosis "papitantes" de un teatro "comprimido". Una habitación, 20 espectadores y una obra "redonda" de entre 10 y 15 minutos. "Es en directo y muy cerca", explica Minaya, "como si estuvieras en el comedor de tu casa".

Con la idea de "revitalizar la escena" y de "crear un espacio de continuidad", las directoras han logrado reunir 17 montajes "enteros" en un escenario "poco convencional". "Es una dinámica diferente que permite elegir entre varias opciones de precios y miniespectáculos", comenta la responsable. El funcionamiento es sencillo: se programan seis pases durante dos horas; el público acude al lugar y va eligiendo a cuál entrar por tres euros. Mientras, la cafetería hace de centro de reposo y da la posibilidad de tomar algo durante la espera. "Es muy adecuado para ir con niños, porque los padres se pueden turnar", apunta Minaya.

Habrá seis pases distintos en dos horas a elegir por el público

Esta responsable confía en el buen funcionamiento del ciclo, que comienza este viernes y termina el 20 de enero, después de haber estado al frente del circuito de café teatro en la ciudad: "Eso era diferente porque trataba de ir a tomar algo y ver algo de humor. Esto no responde a una temática concreta y puedes alternar varias historias", aclara mientras alude al Microteatro Por Dinero llevado a cabo en Madrid, que sí que planea ciclos temáticos.

Entre las diferentes composiciones están Sinvivir, de Abel Zamora, Ensayo sobre orgías y besos, de Roberto Pérez Toledo, o Las increíbles aventuras de Smegman y Turtleboy, de Oscura Teatre. Sergio Caballlero, el director de esta última, afirma que aceptaron la propuesta porque les apetecía "abrir un nuevo horizonte" y la idea les pareció "muy interesante". Su guion, elaborado por Abel Zamora y representado exclusivamente por ellos dos, trata una doble vida de dos superhéroes que luchan contra poderosos como Bankiamán. A la hora de realizarlo se "aventuraron" a escribir algo con muy poca escenografía y, en su caso, con dosis de "humor, dolor y un punto de nostalgia".

Junto a este "berenjenal" del que habla el actor y director se encuentran otras tantas alternativas que intentarán, como reza el eslogan, crear "cápsulas para viajar, multipases para soñar". Estos dos superhéroes, al menos, se calzarán una mallas para "mezclar un pasado y un futuro que haga temblar el presente".