“Si Rodríguez hubiera dimitido al salir del juzgado, sembraría dudas”
“Pese a las diferencias creadas por la tensión, el PSdeG está unido”
Lo que menos esperaba hace poco más de un año el inspector de Hacienda Agustín Fernández Gallego (Ourense, 1959) era ser alcalde de su ciudad. En 2011, ocupó el tercer puesto en la lista del PSOE al Ayuntamiento de Ourense tras haber sido fichado como independiente en las elecciones de 2007 por el entonces secretario provincial del PSdeG (hoy secretario general y candidato a la Xunta), Pachi Vázquez. Pero Fernández intimó con su jefe, el exalcalde Francisco Rodríguez, se alineó con él frente a Vázquez en el congreso que decidía la elección del líder del partido en Galicia, colocó a su hija en el gabinete de prensa de la corporación local y el pasado julio presentó, con advertencias del interventor por la falta de concreción de varias partidas por casi tres millones, los presupuestos municipales de los que un tercio se destina a gastos de personal.
Fernández reconoce su estrecha amistad con el exregidor imputado en la Operación Pokémon. Esta semana las fotos de ambos, con Rodríguez ataviado con sombrero de mariachi en una celebración íntima junto a otros ediles afines, inundaron las redes sociales mientras arreciaban los mensajes de sus fieles de votar contra el PSOE en las autonómicas. Pero dos días después, Fernández se abrazó a Pachi Vázquez y comenzó a hacer campaña para él. El nuevo alcalde atribuye los desencuentros de los socialistas ourensanos a la “tremenda tensión” que generó la detención de Rodríguez.
Pregunta. Llega a la alcaldía en un momento complicado, sustituyendo a un amigo imputado por prevaricación y cohecho. ¿Qué sentimiento le provoca?
Respuesta. Se trata de dar un paso al frente. Siento alegría por asumir esta responsabilidad pero también sorpresa, porque nadie contaba con esto, ni mucho menos, yo. Llevaba cinco años trabajando con Paco [el exalcalde Francisco Rodríguez] en un gran proyecto de ciudad que ahora debemos sacar adelante.
P. Pero casi le faltaron los apoyos de su propio grupo. ¿Cree que podrá recomponer el fracturado PSOE municipal?
R. El grupo, el partido, ya está recompuesto. Soportamos una situación de presión muy difícil. En esos momentos afloran las discrepancias, pero no la división. Pese a las diferencias, estamos unidos.
P. ¿Por qué cree que el exalcalde se resistió tanto tiempo a dimitir, prolongado la agonía propia y la del grupo de gobierno?
R. Él quería demostrar su inocencia. Si hubiera dimitido al salir del juzgado sembraría dudas. Intentó mantenerse en el cargo siempre que pudiera garantizar la gobernabilidad del Ayuntamiento y eso fue lo que hizo.
P. Pero tardó algunos días desde que los socios del BNG le anunciaron que si no dimitía abandonarían el gobierno local. ¿No cree que él mismo, o quizás sus asesores, provocó la crisis?
R. Fue una decisión personal. No hubo injerencias, aunque tenía el respaldo del grupo municipal. La presunción de inocencia queda siempre diluida cuando uno dimite, hasta que varios años después se archiva la causa o el juez te declara inocente. Entonces ya es tarde: ya hay pocos titulares de prensa y el daño inmenso que se causó en el momento es ya irreparable. Qué menos que esperar a que el fiscal le hubiera imputado cargos. Pero, no.
P. En el entorno del exalcalde, e incluso él mismo, insinuaron que se trataba de un linchamiento político (en alusión a Pachi Vázquez) y mediático.
R. Repito que vivimos un momento muy difícil, de gran confusión, ya superado.
P. Usted anunció su decisión de reeditar cuanto antes el bipartito. ¿Le ha dicho ya que sí el BNG?
R. Yo he tenido clara esta idea desde el primer momento. El BNG apoyó, como dijo que haría para impedir un gobierno del PP, mi investidura. Pero ahora vamos a esperar para negociar hasta después de las autonómicas.
P. ¿Cree que el BNG estará dispuesto a admitir dos tenencias de alcaldía, una de ellas del PSOE, que le reste protagonismo?
R. Tenemos que negociar. Yo tengo el deseo personal de que se incorporen al gobierno pero está todo abierto, incluso que tengan las mismas u otras áreas de gobierno. De momento, nombramos dos tenientes de alcalde…
P. Llega a la alcaldía con la lacra del nombramiento a dedo de su hija en el gabinete de prensa…
R. No creo que eso sea una lacra. Los órganos de gobierno tienen un equipo de confianza. En cualquier caso, decidiré ahora quién sigue y quién no. Ya he prescindido de algunos contratos.
P. ¿Es usted alcalde porque Democracia Ourensana llevará al juzgado la adjudicación del servicio de ayuda a domicilio que depende de la sucesora natural en el cargo, Marga Martín?
R. Ni hablar. Ella debería ser la alcaldesa y habría sido estupendo una mujer al frente del Ayuntamiento de Ourense, pero renunció por cuestiones personales.
P. ¿Se toma este cargo como una interinidad o como una oportunidad para afianzarse y presentarse en las próximas elecciones?
R. Lo que he aprendido en los últimos días es que nunca sabes lo que te va a deparar la política. Estoy feliz de ser alcalde, pero no me planteo nada más. Siempre pensé que ocho años en una corporación son suficientes. Lo mejor es que entre savia nueva.
P. El PP denuncia que condonó, como concejal de Hacienda, parte de una multa al dueño de un asador a donde fue a comer.
R. ¡Es una auténtica tontería! Se trataba de una comida de trabajo y se cargó al Ayuntamiento. Al comprobar que la empresa tenía una deuda con la institución, se le descontó el importe de esa factura. La denuncia es una perversión del PP.
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