Feijóo dice que las críticas a su credibilidad “dañan a Galicia”

El tono mortecino de la campaña al 21-0 se ha levantado con los debates televisados de esta semana, mientras las dudas sembradas por el Consello de Contas, el tribunal de cuentas autonómico, sobre los manejos presupuestarios de la Xunta han puesto a la defensiva al presidente y candidato a la reelección. Hasta el punto de que Feijóo, el favorito para la victoria, trata ahora de alejar las llamas usando el nombre de Galicia como cortafuegos. “Que no hagan daño a Galicia, que no duden de la solvencia de la comunidad ni de los contratos de Pemex”, proclamó Feijóo en Pontevedra tras asegurar que los cajones de la Xunta “están vacíos de facturas”. El Consello de Contas ha advertido de traspasos irregulares de gastos de un año a otro.

Feijóo tiene el viento favorable de las encuestas publicadas, pero los golpes de los últimos días le han hecho mella, como dejó ver su inhabitual nerviosismo ante los periodistas tras el Consello de la Xunta del pasado viernes. La mayoría de los medios se ha apresurado a proclamarle vencedor de los debates, pero ni aun así nadie niega que sus dos rivales, el socialista Pachi Vázquez y el nacionalista Francisco Jorquera, salieron perfectamente vivos de la confrontación. El PP parece que se librará del fantasma del rescate a España antes del 21-0, pero la situación económica y la crispación social siguen añadiendo mucha incertidumbre a la batalla. El fin de semana llega Rajoy, esa presencia incómoda para el PP gallego. Para hoy tiene previsto un pequeño acto en As Nogais (Lugo) y para mañana una comida mitin en A Coruña.

A Vázquez, como mínimo, el debate le ha servido para reforzarse internamente, ante las dudas que podía haber dentro del propio partido de su capacidad para medirse a Feijóo. Nunca antes un candidato socialista había admitido sin rodeos en plena campaña su disposición a pactar con el BNG. Y ayer, en una entrevista en la Agencia Efe, incluso reivindicó el bipartito anterior: “Comparado con el Gobierno de Feijóo, no hay color”. Vázquez también replicó a las dudas sobre su preparación sembradas por Feijóo, quien para atacarle recurrió al elogio al “bagaje intelectual” de otro socialista, el expresidente Emilio Pérez Touriño. “Yo soy un médico de pueblo y estoy orgulloso de serlo”, le replicó el candidato socialista, reforzando otra de sus líneas argumentales, la de presentarse como un hombre de la calle frente a un presidente obsesionado por las cuentas.

El BNG, que, según las encuestas, parece haber alejado el peligro de una hecatombe electoral tras las rupturas internas, también está evitando los ataques al PSOE, aunque Feijóo condujese a Jorquera a ese terreno durante el debate electoral tratando de responsabilizarle de las políticas del Gobierno de Zapatero. El candidato nacionalista volvió ayer en Tomiño (Pontevedra), plaza fuerte del BNG, a emplear el argumento favorito de la oposición en los últimos días, el que cuestiona la credibilidad del balance y de las promesas de Feijóo. Jorquera evocó su debate televisado del pasado miércoles para acusar al presidente de “mentir sobre las cuentas públicas y sobre las listas de espera”. Como los socialistas, el BNG también trata de dar al voto un significado más allá de Galicia y presentarlo como un modo de parar “los recortes de Feijóo y Rajoy”. Jorquera insiste en presentar al líder del PP gallego como un gobernante “sumiso” a los dictados de su partido en Madrid.