El SAT se hace fuerte en Jódar

Le llaman la Marinaleda de la alta Andalucía pero, a diferencia del municipio sevillano, en Jódar (Jaén) el paro es una lacra social sin parangón. Convocada por el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), esta localidad de la comarca de Sierra Mágina vivió ayer una jornada de huelga general para exigir empleo en el medio rural. Un paro que tuvo un seguimiento masivo en el comercio, la hostelería y los colegios —los profesores acudieron, pero las aulas estuvieron casi vacías— y que apenas se notó en los servicios públicos municipales.

El gobierno local, del PSOE, no apoyó la protesta, que escenificó la división política y social del municipio y que transcurrió sin incidentes ante el amplio despliegue de antidisturbios de la Guardia Civil.

“Lo que queremos es un mejor reparto del empleo por parte del Ayuntamiento, no puede ser que los turnos de las obras municipales sean solo de cinco días para los peones, y no de 15 como en otros pueblos; con 175 euros no puede vivir una familia”, resumió el responsable local del SAT, Andrés Bódalo, respaldado por los dos líderes del SAT, su secretario general, Diego Cañamero, y el alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo. Y es que el SAT ha hecho de Jódar uno de sus principales reductos, y no fue casualidad que de aquí saliera la marcha de los jornaleros que recorrió todas las provincias andaluzas el pasado verano.

Con una población de 12.000 habitantes, Jódar tiene más de 4.000 cartillas agrarias y una tasa de paro por encima del 40%. Más de la mitad de su población activa solo tiene el recurso del subsidio agrario, al que este año no podrán optar muchos de ellos ante la dificultad para completar las 35 peonadas que se exigen para su cobro. Cada año salen de la localidad unos 2.000 temporeros hacia la vendimia francesa y otras campañas agrícolas, pero este año el 70% de ellos no ha tenido trabajo. A todo esto hay que añadir el drástico recorte de jornales que se prevé en la campaña de la aceituna por la caída de la cosecha en un 80%.

Desde hace 20 días, un centenar de personas permanecen encerradas en la Casa de la Cultura donde se organizan recogidas de alimentos para las familias que se han quedado sin recursos. Pero la jornada de huelga, que tuvo su punto culminante en la manifestación que al medio día reunió a varios cientos de jornaleros por las calles del pueblo, ha venido a tensar las relaciones entre el SAT y el Ayuntamiento galduriense. La semana pasada el alcalde, José Luis Hidalgo, denunció la agresión sufrida por su número dos, Juan Ibarra, por parte de dirigentes locales del sindicato de Sánchez Gordillo en el transcurso de un altercado en el que también resultaron heridos dos policías locales.

El alcalde de Jódar minimizó el alcance de la huelga convocada por el SAT que, a su juicio, “solo busca la alteración del orden público”. E, incluso, sugirió que muchos comerciantes cerraron sus puertas por el miedo a represalias de los huelguistas. Hidalgo protagonizó este verano en solitario una marcha a pie desde Jódar hasta Jaén para exigir del Gobierno de la nación un PER especial y la exoneración de las 35 peonadas para cobrar el subsidio agrario.