Cuando el rock sacaba la lengua
Exposición en la Universitat de València sobre la cultura de los años en los que se gestó el rock
Algunas de las exposiciones con las que se está abriendo la temporada en la ciudad de Valencia ponen el foco en tiempos no tan lejanos de horizontes abiertos, en los que se soñaba en un futuro prometedor. La titulada Covers (1951-1964). Cultura, juventud y rebeldía , con la que la Universitat de València ha inaugurado su nueva Sala Acadèmia en el claustro del edificio La Nau, abarca ese periodo de la vida estadounidense que llega hasta poco después del momento en que Martin Luther King pronuncia la frase que le marcó para la historia de la cultura popular: “Tengo un sueño”. La continuación de esta muestra, de la que son comisarios el profesor Justo Serna y el investigador Alejandro Lillo, podría ser otra que llegara hasta el momento en que John Lennon escribió “El sueño ha terminado”.
El título, covers, hace referencia tanto a la acepción de “cubierta” o “portada” que tiene el vocablo inglés, como a la de aquello que hay detrás de las apariencias. Se trata de una metáfora que sirve para describir, dicen los comisarios, los Estados Unidos de los 50 y 60, una sociedad "muy represiva y solo en las versiones de los grupos de rock se expresan aquellos deseos y frustraciones, angustias y esperanzas con las que muchos jóvenes se identificaban, adaptándolas a sus propias circunstancias". Ahí están para reflejarlo carátulas discográficas de Dylan, de las Supremes, de los Rolling… También está presente la rebeldía del salvaje Marlon Brando o del rebelde sin causa James Dean, reflejada en carteles, audiovisuales o incluso algunas motos y otros objetos de época como tocadiscos, batidoras, etc., todo muy vintage, relacionado con la época y la imagen que los media y la poderosa industria cultural estadounidense reflejó en todo el mundo. Las portadas de Life y Time, con casi todos los iconos masculinos y femeninos imaginables del momento, entre los que no falta casi ningún líder comunista de la época, junto a los carismáticos Kennedy. Estamos en plena guerra fría.
La inclusión de la serie Embrujada, estrenada en el límite temporal de la exposición clava, al mismo tiempo, la doble idea de la american way of life del fondo y la de cover-tapadera del título, al representar a una familia tipo a más no poder que sirve de convencional tapadera a la bruja que interpretó Elizabeth Montgomery. Un año antes, Dylan había publicado The freewheelin, anunciando, libre, independiente y despreocupado, vientos de cambio. Los magníficos murales que cubren las paredes de la nueva sala inaugurada en La Nau, con buena parte de los hechos, objetos y personajes de la época agrupados en conjuntos coherentes, son un homenaje a los fotomontajes en los que Josep Renau retrató años antes la american way of life. “¿Se habla del pasado o de ahora mismo?” se preguntaba el vicerrector de Cultura, Antonio Ariño, recordando la eclosión de los derechos civiles, provocando una ola en la que “aún vivimos”, en medio de jóvenes indignados de ahora que generan otra ola propia de los tiempos que viven.
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