“Este es el mejor momento para montar una empresa”

Con una fe ciega en la clase empresarial como revulsivo para salir de la crisis, José Ramón García (Santiago, 1971) apela a la reinvención de un modelo económico asentado durante demasiados años sobre la especulación y no sobre el valor añadido. Economista y presidente de Blusens, hace un llamamiento para que NCG Banco se mantenga como tal.

Pregunta. ¿Cuál sería el consejo que le daría en estos momentos a un universitario gallego que quiera emprender un negocio como hizo usted hace 10 años?

Respuesta. Que tiene por delante quizás el peor momento para trabajar para otros, pero el mejor para montar una empresa. Los ciclos económicos están ahí, y, aunque las cosas están muy mal, todo proyecto tiene un período de madurez. Además, al principio las estructuras son muy pequeñas. Estará preparado para la etapa de crecimiento, que no sabemos si será en el 2014 o en el 2015, pero llegará.

P. ¿Y si ese joven le dijera que no encuentra financiación y, peor todavía, que la mitad de sus compañeros hace las maletas y busca trabajo fuera de Galicia?

R. A este país no lo saca de la crisis nadie más que los emprendedores. Realmente España se tiene que reinventar, porque en vez de vivir del valor añadido lo ha hecho de la especulación. Hemos estado viciados durante muchísimos años por una burbuja que ha hecho que creciéramos al 4%, pero no porque se generase valor por ese importe.

P. ¿Y en Galicia?

R. Somos y hemos sido emprendedores. Solo tenemos que mirar atrás, analizar la historia y darnos cuenta de que nuestros abuelos y bisabuelos han tenido que buscarse la vida. Ningún emigrante gallego que ha levantado fortunas en Sudamérica se ha ido con recursos. Aunque ahora tengamos un problema muy grande de liquidez, por ejemplo, se puede conseguir financiación fuera de España,

P. ¿Qué espera del consumo interno en España?

R. Los negocios deben girar hacia un planteamiento global. Nosotros hasta hace tres años solamente vendíamos en España, pero teníamos claro que el futuro pasaba por la internacionalización. Este año la mitad de nuestras ventas serán fuera de España y la tendencia nos dice que el exterior representará el 70%. La demanda va a seguir muy débil. Si Blusens no se llegase a internacionalizar ya casi ni existiría. Abrir una oficina en Bogotá o en Sao Paulo cuesta lo mismo que en Madrid, y a veces menos.

P. Tecnología de consumo innovadora y rápida a precios asequibles. Suena al modelo Inditex. ¿Son fórmulas exportables a otras empresas en Galicia?

R. Lo que hemos hecho es buscar volumen midiendo la calidad y el precio. Hemos buscado ese territorio donde están prácticamente todos los consumidores, las clases medias. Queremos democratizar la tecnología. Competimos con Samsung, pero tenemos que vender más barato que ellos. Inditex lo hizo, y es el rey. En Galicia se pueden dar muchos casos así, y en todos los sectores.

P. ¿Galicia tiene un modelo económico definido? ¿Cuáles son sus fortalezas y sus debilidades?

R. Quienes consideren hoy en día que Galicia es la periferia, pues no saben dónde están. Para vender en Asia o en Latinoamérica es igual estar en Galicia que en Madrid, Barcelona o Sevilla. No tenemos ninguna debilidad que no tengan otras comunidades. El gran problema es la financiación.

P. ¿Cómo se logra innovar si no hay financiación?

R. Financiar cualquier cosa que no sea el día a día es costosísimo en un momento en que las rentabilidades no existen. Nuestro sector es marca pura e innovación. Sin eso no creceríamos. Además, si hay una comunidad en que hacer I+D sea más económico en estos momentos, es en Galicia. Seguimos teniendo fondos europeos para innovación.

P. ¿Y cómo crece Blusens?

R. Aspiramos a alcanzar los 100 millones de facturación en el 2013. Lo dramático de mi competencia hoy en día es que sus ventas han caído un 50%. Y, nosotros, en el 2011 hemos crecido un 40%. Pero nos cuesta. Creceríamos más si tuviéramos más financiación, que es nuestro limitador. Este año nos planteábamos crecer otro 40%, pero no podemos.

P. ¿La banca es un problema para grandes y pequeños?

R. Lo más urgente a resolver es que el crédito de verdad fluya a las empresas. La banca dice que primero tiene que solucionar sus problemas. Y, después, los de los gobiernos, que al final tienen déficit y emiten deuda. Es una farsa absoluta que las ayudas a la banca hagan fluir el crédito. No lo hará hasta que los bancos solucionen sus problemas.

P. Supongamos que se llegan a cumplir los requisitos de déficit. ¿Qué vendrá después?

R. Estamos en un país en bancarrota absoluta, con un sistema financiero quebrado, con unas administraciones quebradas… Algunas, como en el caso de Galicia, lo hicieron antes y ahora están en mejores condiciones, pero la mayoría no. Como economista, le diría que el modelo alemán que se nos está imponiendo tiene las patas cortas. Cumpliremos con el déficit, pero habrá una crisis larga.

P. ¿Y para cuándo espera la recuperación?

R. El consumidor ya no se cree nada. Además, la recuperación la estamos pagando las empresas, las familias… 2013 será un año perdido. Hay que pensar en 2014. Falta una economía que pueda financiarse. El sistema fiscal, por ejemplo, tiene que apoyar al emprendedor. En este país hay muchos millonarios, y si se les dice que, en vez de invertir su dinero donde lo hacen ahora, apoyando a un emprendedor van a tener beneficios fiscales, pues esto cambiaría. Hay que buscar fórmulas.

P. ¿Cómo cuáles?

R. Hace falta valentía para que surjan nuevos proyectos, para captar inversión extranjera. Hay que facilitar las cosas para quien quiera invertir. La crisis tiene sus grandes ventajas, y una de ellas es que acabará con los localismos. Ya no vale el despilfarro. Tres aeropuertos, autovías por las que no circula nadie...

P. ¿Está de acuerdo con la última reforma laboral?

R. Lo que está claro es que en un país con cinco o seis millones de parados algo falla en el sistema laboral. En Alemania hay una división del trabajo, y puede ser una fórmula. No sé cuál es la mejor reforma, pero hay que ser práctico, importa el resultado.

P. Están presentes con filiales en Oriente Medio, China y Sudamérica. Parece que Blusens no cree mucho en Europa...

R. Desde Galicia podemos vender a toda Europa. Nuestra expansión internacional coincidió con un momento de crisis en Europa. Por eso apostamos por países emergentes. Y lo hicimos en México, en Montevideo y ahora en Colombia, desde hace unas semanas. Queremos abrir en Brasil en los próximos meses. También estamos en Dubai y en China.

P. ¿Cómo ve la viabilidad de NCG Banco en el horizonte más próximo?

R. Espero que por el bien de Galicia el proyecto se mantenga. Con todo el daño de imagen que se ha ocasionado es muy difícil captar inversores, pero si al final Bankia se mantiene con dinero público, por qué no aquí. Galicia no se puede permitir quedarse sin NCG Banco. Desde Madrid es muy fácil decidir sobre algo así. NCG Banco representa un riesgo sistémico para Galicia. Hay una gran dependencia de los pequeños empresarios.