Un jurado popular declara culpable al acusado de matar a su pareja en Reus
La Fiscalía y la acusación particular piden 25 años de cárcel para el hombre. El culpable dio muerte a su mujer en presencia de la hija de ambos, de 5 años
Un jurado popular ha declarado culpable por unanimidad al acusado de matar a su pareja ante su hija en Reus (Baix Camp, Tarragona). El crimen tuvo lugar el 22 de febrero del año pasado en el domicilio de la víctima, en el número 38 de la calle de Dom Bosco. La hija, de 5 años, pasó toda la noche junto a la madre difunta y a primera hora de la mañana acudió sola al colegio y denunció la muerte ante unos monitores. “Ayer mi papá mató a mi mamá”, les dijo.
El jurado popular declara al acusado, Edgar Eduardo Q. T., de 36 años y nacionalidad colombiana, culpable de los delitos de asesinato, quebrantamiento de condena y abandono de una menor. La Fiscalía y la acusación particular también mantienen la petición de 25 años de cárcel para el hombre; 20 por asesinato, 1 por quebrantamiento de condena y 4 por abandono de un menor.
Durante la lectura del veredicto el jurado concluyó que el presunto agresor atacó por sorpresa a la víctima, Montserrat Martín, de 44 años y nacionalidad española, en la cocina de su domicilio y le clavó una puñalada mortal en la espalda sin que la mujer tuviera oportunidad de defenderse. Según el veredicto, en el momento del crimen el hombre no tenía afectadas sus capacidades por las drogas, tal y como declaró, porque tras el asesinato fue capaz de coger el vehículo de la víctima, cambiarse de ropa y conducir hasta Vinaròs (Castellón), donde pasó la noche en un hostal. El jurado también considera probado que Edgar Eduardo Q. T. estaba en plenas facultades cuando envió un correo electrónico a su otra hija confesándole la muerte.
En cambio, el 13 de septiembre durante el juicio celebrado en Sección Segunda de la Audiencia de Tarragona, el hombre negó la muerte y afirmó no recordar nada del día del crimen porque había consumido droga en grandes cantidades. Según su declaración, “se despertó” de los efectos de los estupefacientes unos días después en un cementerio de Murcia. El presunto asesino tiene antecedentes por maltrato. Desde el 2006 se le había prohibido acercarse a menos de 500 metros de la víctima y tampoco podía comunicarse con ella. Sin embargo, al parecer la pareja pocas semanas antes del crimen había decidido retomar la convivencia y la mujer había solicitado a la Guardia Urbana retirar la orden de alejamiento.
La tarde del 22 de febrero de 2011 la pareja fue a buscar a la hija común a la escuela. Después el hombre fue al aeropuerto de Reus para interesarse por un vuelo con destino a París, aunque al final no compró el billete porque no tenía suficiente dinero. A continuación, regresó al domicilio, donde según reconoció durante el juicio tuvo una “fuerte discusión” con la víctima. Edgar Eduardo Q. T. afirmó que la disputa se originó porque él le pidió dinero a su pareja tanto para comprar el billete como para adquirir droga.
El ministerio fiscal fija el crimen entre las ocho de la tarde y las dos de la madrugada. La discusión tuvo lugar en la cocina, donde el presunto agresor clavó por la espalda un cuchillo de 24 centímetros a la mujer, mientras le tapaba la boca para que no pudiera gritar. Toda la escena fue observada por la niña de 5 años, según explicó ella misma a los psicólogos que la atendieron tras descubrirse la muerte.
La menor contó que estaba viendo dibujos animados en el salón, pero los gritos la alarmaron y escondida tras una puerta presenció el asesinato. Después, según explicó, se fue a la cama, mientras su padre se marchó del domicilio sin mediar palabra con ella. A la mañana siguiente la niña volvió a la cocina, pero no desayunó porque el cuerpo de su madre seguía en el suelo y “no la quería pisar”. Con la misma ropa del día anterior, acudió sola a la escuela y allí explicó lo vivido a sus monitoras. El hombre fue detenido el 28 de febrero en una estación de autobuses en Murcia.
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