Nuevo plan para que las tierras del Ebro sean declaradas reserva de la biosfera
La Generalitat excluye del trazado a siete municipios nucleares para que la Unesco pueda aprobar el proyecto
La Generalitat presentará esta semana una nueva propuesta para que las comarcas del Ebro sean declaradas reserva de la biosfera, tras ser rechazado por la Unesco un primer proyecto porque incluía las centrales nucleares de Ascó I y II. En el nuevo plan, siguiendo las exigencias de la Unesco, se eliminan de la candidatura Ebre Biosfera los siete municipios con influencia nuclear: Ascó, Vinebre, Garcia, La Torre del Espanyol, Riba-roja d’Ebre, La Palma d’Ebre y Flix. Esta última también alberga una importante industria química y lodos contaminados en su pantano pendientes de extraerse desde hace décadas. Los técnicos que han elaborado la candidatura de las tierras del Ebro, en su mayoría provenientes del Consorcio de Servicios Agroambientales del Baix Ebre y el Montsià (CODE) y la Universidad Rovira i Virgili, se reunirán en Madrid con el comité estatal del Programa sobre el Hombre y la Biosfera (MAB). Este organismo analizará las modificaciones y, si las aprueba, elevará de nuevo la candidatura al consejo internacional del MAB y la Unesco en París. Si estos organismos, lo aprueban, las tierras del Ebro podrían ser proclamadas reserva de la biosfera en 2013.
La declaración de reserva de la biosfera significa que las comarcas del Ebro conseguirían mayor protección de su biodiversidad, captar subvenciones europeas, revalorizar sus productos y consolidarse como marca turística.
“Efecto pantalla”
La Unesco dejó en suspenso la candidatura el pasado julio por la presencia de las dos centrales atómicas. De hecho, el informe entregado por la Generalitat ya calificaba la estructura productiva de buena parte de la Ribera d’Ebre de “atípica”. El proyecto especificaba que las actividades relacionadas con la producción eléctrica nuclear de Ascó, iniciadas en la década de 1980, y las químicas de Flix, desde 1897, son el motor económico de la Ribera d’Ebre y producen un “efecto pantalla sobre sectores alternativos relacionados con la agricultura y los servicios”. “Llegados a este punto pudiera parecer contradictorio incorporar la Ribera d’Ebre, por su especialización nuclear y química”, especificaba la candidatura. Sin embargo, la propuesta animaba a incluir esta zona para poder desarrollar iniciativas sostenibles con el medio ambiente. Pero la Unesco rechazó el plan. “El comité sostiene que la energía nuclear no es compatible con los principios del programa MAB”, se anunció. Tras el accidente nuclear de Fukushima (Japón), en marzo de 2011, el organismo internacional es reacio a incluir en una reserva de la biosfera centrales nucleares.
Xavier Pallarès (CiU), delegado de la Generalitat en las comarcas del Ebro, se sorprendió por el “cambio de criterio”, pero anunció que el proyecto se modificaría según los parámetros de la Unesco. “Hay consideraciones que ahora los técnicos de la Unesco ponen encima de la mesa cuando hace un año no lo hacían. Lo que antes consideraban una oportunidad de desarrollo para el territorio ahora no lo es”, lamentó Pallarès.
El MAB consideró que el peso de la actividad atómica impedía reconocer las tierras del Ebro como reserva de la biosfera, pero a la vez subrayaron los elementos positivos de la candidatura: el delta y la cuenca del Ebro, además de un “gran número de ecosistemas desde el interior a la costa” dedicados a actividades agropecuarias. También los espacios protegidos, como la Sierra de Cardó y Els Ports, y la Red Natura 2000. Con la supresión de los siete municipios de influencia nuclear, la Generalitat espera que la candidatura obtenga luz verde durante la reunión de esta semana.
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