Castellón lucha contra el impacto de la ‘autopista’ eléctrica

El proyecto de Red Eléctrica Española para construir una línea aérea de doble circuito de 400 Kv desde Almassora a Morella y que cruzará 17 municipios del interior de la provincia ha movilizado a los Ayuntamientos para minimizar su impacto lo máximo posible. En algunos casos la preocupación por el proyecto de esta autopista eléctrica ha llevado a los vecinos a organizarse, como en Vilafamés, donde se ha creado una plataforma para luchar contra este proyecto que implica levantar torres de alta tensión de 73 metros. El trazado ha sido objeto de estudio desde que en enero del pasado año se sometiera a información pública, pero es ahora, en la recta final, cuando han comenzado a surgir las voces de alerta.

La Diputación de Castellón aprobó en julio una moción para asesorar legalmente a los municipios en caso de no llegar a ningún acuerdo con Red Eléctrica y a instar al Ministerio de Medio Ambiente a aprobar una línea con el menor impacto posible. La moción se presentó después de que el Bloc alertara de que el trazado podría afectar además a los planeamientos urbanísticos de más de 40 municipios y de la posible afección a zonas como el parque arqueológico de Valltorta-Gasulla. También Compromís ha elevado preguntas ante las Cortes y ante el Congreso sobre los posibles impactos sobre las poblaciones y el medio ambiente.

Las opciones, no obstante, pasan por alejar lo máximo posible las torres de los núcleos urbanos. En el caso de Vilafamés, el Ayuntamiento pidió en abril de este año que las líneas no pasaran por el municipio y se soterraran o se trasladaran a los polígonos industriales de localidades vecinas, pero la empresa se opuso, así que la opción pasa por intentar desplazar la línea por el oeste. “Queremos alejarla de la población, pero todavía tenemos que llevar la propuesta a pleno y trasladarla a los vecinos”, explica el alcalde y diputado de Turismo, José Francisco Pons. El regidor admite que es imposible oponerse, así que “hay que intentar que afecte lo menos posible”, y reconoce que el impacto visual será importante pero “no afectará al turismo”.

La línea eléctrica cruza

Con esta línea, Red Eléctrica busca incorporar a la red mallada de transporte la energía producida por la generación eólica y de ciclo combinado y reforzar la conexión con la red de Aragón. Su desarrollo está previsto en la planificación del sector de la electricidad del ministerio pero supeditado ahora a los condicionantes de la crisis. “¿Realmente hace falta ahora este proyecto?”, se pregunta Carles Selma, alcalde de La Pobla Tornesa, otro de los municipios afectados. Selma desconoce en qué fase está el proyecto y solo afirma haber pedido el pasado año que la línea transcurriera por una ya existente, lo cual fue rechazado. También en Vilafranca su alcalde, Oscar Tena, habla de “desconocimiento” del proyecto.

Más avanzado está el tramo de conexión de esta línea desde Morella hasta la subestación de Mezquita, en Teruel, y que transcurre por otra media decena de municipios. El más afectado, Forcall, se muestra satisfecho con los cambios incluidos en la Declaración de Impacto Ambiental publicada en agosto. “Se han aceptado muchas de nuestras demandas, hemos conseguido que alejen la línea del casco urbano (pasaba a un kilómetro) y que trasladen la línea que sobrepasaba toda la población y que llevábamos 10 años tratando de que la quitaran”, dice el alcalde, Santiago Pérez.

Según Pérez, Red Eléctrica comunicó la intención de empezar las obras de este tramo dentro de un año. No hay fecha para el desarrollo de los 88 kilómetros desde Morella a Almassora.