Ocho meses consecutivos de pinchazos telefónicos
La juez dispone de grabaciones con algún empresario sobre supuesto tráfico de influencias
La juez de Lugo que instruye la causa de la Operación Pokémon contra la corrupción, Pilar de Lara, tiene en su poder una abultada documentación, distribuida en diversos tomos, sobre las conversaciones que el alcalde de Ourense, el socialista Francisco Rodríguez, ha mantenido desde su teléfono a lo largo de al menos los últimos ocho meses.
De Lara se basó en las transcripciones y grabaciones de los pinchazos para realizar un interrogatorio exhaustivo al regidor, según informaron fuentes jurídicas a este diario. La juez le formuló preguntas relacionadas con conversaciones con sus asesores, con funcionarios, con concejales del grupo de gobierno —una coalición con el BNG—, con empresarios, allegados y vecinos de la ciudad, además de interrogarlo acerca de la existencia de posibles sobornos en la renovación del contrato a Vendex, la empresa adjudicataria del servicio municipal de la ORA y la limpieza de las instalaciones municipales que el socialista heredó de su antecesor en el cargo, el popular Manuel Cabezas. Rodríguez acabó retirándole a la empresa —tras someterlo a concurso público— la parte del contrato correspondiente a la limpieza de los colegios de la ciudad.
La juez dispone de grabaciones sobre supuesto tráfico de influencias en las que algún empresario anuncia al regidor que tiene puestos vacantes en su fábrica y le pregunta si conoce a alguien con el perfil adecuado para esos empleos. O de vecinos a los que la grúa —gestionada, junto con la ORA, también por Vendex— les retira el coche y recurren a él pidiendo su mediación. Junto a ello, De Lara requirió además al regidor información sobre su patrimonio.
“Conciencia tranquila”
Los familiares y allegados que pudieron comunicarse unos minutos con Rodríguez después de que hubiera prestado declaración sostienen que, contrariamente a lo que esperaban —tras 48 horas incomunicado en los calabozos de la comisaría de Pontevedra y después de haber sufrido el viernes fuertes jaquecas y una subida de tensión por la que tuvo que ser medicado— lo encontraron “muy entero, con la conciencia muy tranquila”. Fue él mismo quien insistió en contestar a las preguntas de la juez cuando su letrado, Arturo González, le advirtió de que podía abstenerse. “Y lo hizo con absoluta coherencia”, precisó posteriormente el abogado.
González no quiso comentar las cuestiones del interrogatorio apelando al secreto de sumario, pero manifestó su “sorpresa y malestar” por el proceder de la juez. “Ni siquiera me ha entregado copia de la declaración”, lamentó. .
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.