El rector de Deusto reivindica el papel de la universidad en el “cambio social”

El rector de la Universidad de Deusto, Jaime Oraá, destacó ayer el papel que ejerce la universidad como “motor del cambio y agente de transformación social” y reivindicó la necesidad de que, en adelante, debe “hacer oír su voz comprometida con la defensa de la vida, los derechos humanos, la paz y la reconciliación en todo el mundo y en Euskadi”. La universidad debe militar, “hoy más que nunca”, según dijo, “en la promoción de la justicia, la cohesión social y el desarrollo sostenible”.

La Universidad de Deusto abrió ayer sus aulas para iniciar oficialmente el presente curso con un acto solemne celebrado en su sede de San Sebastián que estuvo presidido por el lehendakari, Patxi López, y al que asistieron, entre otros, la consejera de Educación, Isabel Celaá; el delegado del Gobierno, Carlos Urquijo; el diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, y el obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla.

En su intervención, Oraá indicó que la mejor contribución universitaria a la salida de la crisis pasa por “ser cada día mejores” en la “formación de profesionales íntegros de la máxima cualificación y competencia” y de “personas comprometidas y socialmente responsables”. Por ello, hizo un llamamiento a “garantizar los derechos fundamentales de las personas más desfavorecidas”.

Sobre esta idea incidió también López, quien abogó por sustentar “la Euskadi del futuro” sobre valores que “integren a todos los ciudadanos como miembros iguales de una sociedad decente”. El mandatario vasco agregó que en esta tarea, además de la responsabilidad de la clase política, las universidades vascas tiene que constituirse como “semilleros de ideas” que alumbren “ideas y propuestas que faciliten la radical transformación de un sistema injusto”. Porque, en opinión del lehendakari, la educación es “una herramienta de igualdad y de lucha contra la injusticia”.

No merece la pena militar en el pesimismo contemporáneo” Isabel Celaá

Celaá también destacó la educación como el elemento tractor “de todos los cambios” sociales e hizo hincapié en la necesidad de impulsar el conocimiento, por ser el “factor determinante” que en el futuro “ayudará a devolver la esperanza, el empleo y la prosperidad a la sociedad”. “No mece la pena militar en el pesimismo contemporáneo”, sentenció.

Fue el mismo mensaje que quiso trasladar el rector de la Universidad de Deusto cuando afirmó que “en momentos de crisis, de profundos recortes en educación, solo las sociedades más avanzadas tienen la visión estratégica para seguir invirtiendo en educación, investigación e innovación. Ahí está el futuro que nos sacará de la crisis”. Ante el claustro universitario y los representantes de instituciones, partidos políticos, empresas y entidades sociales, Oraá afirmó que el sistema universitario vasco es “rico, dinámico y plural”, y ambiciona “alcanzar mayores niveles de calidad e internacionalización”.

Deusto, que cumple 126 años de historia, tiene matriculados en el presente curso a 9.967 alumnos, un 7,6% más que el anterior. Del total, 7.165 cursan estudios de ciclo, otros 2.220 harán posgrados y los 582 restantes, doctorados. Oraá prometió “continuar con el compromiso de la excelencia” académica, además de “impulsar la investigación de calidad y la transferencia del conocimiento” a través de proyectos como el Campus de Excelencia Internacional Aristos, Campus Mundus, el plan universitario vasco o la iniciativa Bizkailab.

El máximo responsable de la universidad de los jesuitas hizo una mención especial a la “apuesta decidida” que Deusto va a hacer por Gipuzkoa. El centro tiene “la firme voluntad de participar activamente” en proyectos estratégicos de la provincia para “aportar valor añadido”, y prestó su colaboración a la capitalidad cultural europea “Donostia 2016, la participación ciudadana, Tabakalera o los servicios sociales”, puso como ejemplos. También anunció la construcción del nuevo edificio Innogune en el campus donostiarra, que se especializará en potenciar la innovación y el emprendimiento.