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deportes |remo

Cuatro segundos deciden la suerte

Kaiku defiende su ventaja para buscar la revancha ante Urdaibai en La Concha

Imagen de la regata de La Concha del pasado domingo.
Imagen de la regata de La Concha del pasado domingo. JAVIER HERNÁNDEZ

Todo un año esperando la regata de hoy, en San Sebastián. Así pasa todo el remo del Cantábrico mayoritariamente su temporada: imaginando cómo será la pelea a cara de perro por llevarse la Bandera de La Concha. En el caso de esta mañana (10.45 horas, ETB-1), todo es cuestión de un mano a mano, como ya ocurriera en la edición anterior: Kaiku se la vuelve a jugar con Urdaibai, que defiende el trono cuando todavía no se han acabado los ecos de la polémica abierta por las acusaciones de José Luis Korta sobre supuestas irregularidades de la trainera ganadora.

Una diferencia a favor de Kaiku de cuatro segundos no es margen suficiente para que nadie se pille los dedos en apuestas millonarias a un solo palo. De hecho, Kaiku teme que la progresiva mejoría de Urdaibai le puede estropear la fiesta, como ya ocurriera el pasado año. Por eso no le valen las referencias de la Liga San Miguel donde ambas tripulaciones llevan enfrentándose los últimos tres meses con ventaja holgada para Kaiku, que es de Sestao. A tal punto llega la diferencia, que el rival sestaoarra en esa competición es Hondarribia.

Urdaibai domina las competiciones de dos jornadas. Es el pilar sobre el que en las últimas dos temporadas se apoya toda su legendaria afición, muy harta de que el nombre de su trainera favorita siga envuelta en procesos judiciales y en críticas ácidas, que siempre vienen desde Korta, enemigo público número uno.

La tanda de honor de la Bandera la completan Hondarribia y Tirán, ninguna de ellas, salvo debacle mayúscula de las favoritas, puedan optar a otra cosa que no sea un triunfo parcial, porque están separadas en diecisiete segundos de las grandes. En la otra tanda, con las clasificadas entre la quinta y octava, sólo La Donostiarra parece alejada de cualquier forma de lucha por lo que se espera una disputada carrera, con una climatología y un estado de mar en principio favorables, entre San Juan, Astillero y Chapela.

La rivalidad entre las dos traineras favoritas llega a tales extremos que nadie confía en que la Bandera de La Concha, que presenciarán miles de aficionados desde los lugares más insospechados, llegue a su fin cuando acabe la regata. Las declaraciones posteriores volverán a tener el picante suficiente para agitar el mundo del remo, siempre pasional. Pero para entonces ya se sabrá el dato más esperado del año: quien se ha llevado el trapo más preciado.

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