Prieto excluye en Álava a los renovadores de referencia

La lista de Álava para las elecciones del 21-O fue la última de las tres organizaciones territoriales del PSE-EE en llegar a las redacciones. Sin duda, el retraso estaba justificado porque representaba el escenario más tormentoso habida cuenta del pulso que sostiene la actual dirección de Txarli Prieto con el sector renovador aglutinado en torno a la figura del concejal vitoriano Juan Carlos Alonso. Y en su desenlace volvió a abrirse la polémica que llegará hasta la reunión de hoy del Comité Nacional donde se espera que el lehendakari, Patxi López, adelante significativas propuestas en materia fiscal.

De entrada, los renovadores se quedarán en el próximo Parlamento vasco sin referentes tradicionales como son Oscar Rodríguez, principalmente, y Joana Madrigal, otra histórica en los escaños de esta institución. De hecho, Prieto solo ha situado a Natalia Rojo en posiciones cómodas de salida ya que ocupa el cuarto lugar; del resto, a excepción de López como cabeza de lista, sin noticias.

Sobre la base de las actuales estimaciones electorales del propio partido, los socialistas podrían conseguir en Álava hasta siete escaños. Txarli Prieto reconoció a este diario el pasado miércoles que “ocho será un número extraordinario”. Por ello, resulta significativo que el apurado séptimo lugar en la candidatura se reserve para Jesús Loza, un pilar histórico y en la actualidad Comisionado para la Paz por decisión del lehendakari. Por delante, el secretario general ha asegurado posiciones menos comprometidas para personas de su entera confianza como Mikel Unzalu y Gloria Sánchez, la ex subdelegada del Gobierno en Álava y esposa de Carlos Zapatero, presidente de Vital Kutxa y siempre identificado con Prieto.

Alexia Castelo, sexta, principal novedad en los puestos fijos de Bizkaia

Los renovadores alaveses están abatidos. Siempre han temido que finalmente Txarli Prieto los laminara al confeccionar las listas electorales tras irrumpir con un respaldo mínimo asegurado del 35% de la organización cuando se eligieron los delegados de Álava para el congreso extraordinario de Sevilla, que se decantó por Alfredo Pérez Rubacalba en detrimento de Carme Chacón, su favorita. Con todo, siempre han confiado en la “máxima autoridad” (Patxi López) para evitar a última hora una “purga” como la sufrida ayer en la lista que respaldó la ejecutiva. De hecho, han mantenido un intencionado silencio hasta última hora para no convulsionar el proceso de elaboración de la lista, al que significativamente nunca han sido invitados a negociar.

Pero este desenlace se veía venir. En el círculo de Prieto ya se había escuchado en más de una ocasión en voz alta: “cada uno tiene que ser responsable del paso que da”. La advertencia a los renovadores era absolutamente intencionada y de una manera especial se centraba en la figura de Oscar Rodríguez, mano derecha en la Cámara vasca del portavoz del grupo socialista, José Antonio Pastor, y considerado internamente como un claro valor de futuro. Pese a conocer la advertencia, los renovadores han preferido “no mendigar un puesto antes que claudicar en nuestras posiciones”. Como acostumbraba a recordar uno de sus miembros: “no hemos venido hasta aquí para callarnos si entramos en una lista sino para luchar por unos ideales que compartimos con mucha gente”.

En el resto de las candidaturas socialistas, paz. Quizá la anécdota más singular corresponda a las personas que cierran cada una de las listas: Ramón Jauregi (Álava), Carlos Totorika (Bizkaia) y Jesús Eguiguren (Gipuzkoa).

Pastor lidera el mayor grupo de cargos procedentes del Gobierno vasco

Lógicamente es Bizkaia quien proporciona sensibles novedades habida cuenta de que Patxi López cambia su habitual demarcación —no habrá por tanto mano a mano en las urnas con Iñigo Urkullu, Antonio Basagoiti ni Laura Mintegi— y deja la cabecera de cartel para José Antonio Pastor. A partir de ahí, una candidatura salpicada con numerosos cargos procedentes del actual Gobierno vasco, entre quienes sobresalen las consejeras Isabel Celaá e Idoia Mendia, con un reconocimiento explícito para la trayectoria de la titular de Educación, dos puestos por delante de la portavoz y persona de mayor confianza política del lehendakari. Junto a ellos, la incorporación de dos viceconsejeros Jon Azkue —Pesca— y Elena Pérez —Administración Pública—.

Pero en Bizkaia, la sorpresa es Alexia Castelo (Bilbao, 1959), juntera vizcaína y miembro de la Ejecutiva del PSE-EE, que aparece situada en el sexto puesto. Se trata de una persona de máxima confianza de la dirección del partido, que la situó en Sestao cuando estalló el conflicto interno con el histórico Marcos Merino y a cuya lista municipal se incorporó después en hilo directo con la sede de Bilbao. Licenciada en Derecho, es juntera desde 2003 por la demarcación de las Encartaciones.

Finalmente, en Gipuzkoa se asiste al sello más femenino del cuadro de listas vascas del PSE-EE. Así, tras Iñaki Arriola figuran consecutivamente tres mujeres, las mismas que la dirección adelantó en su día a Gemma Zabaleta y que son Susana Corcuera, Blanca Roncal y Miren Gallastegi, en un gesto inusual hasta ahora en unas elecciones. Por detrás, el rescate que los socialistas hacen del último alcalde que han tenido en Lasarte, Jesús María Zaballos, sustituto en 2010 de Ana Urchueguía y a quien la nueva mayoría entre Bildu y el PNV le impidió continuar. Hasta ahora ocupaba un cargo en el departamento de Transportes que dirige Arriola.