Anoeta cambiará el anillo atlético por cuatro torres comerciales

El Ayuntamiento de San Sebastián dará este próximo viernes luz verde al proyecto de ampliación del estadio de Anoeta y eliminación de las pistas de atletismo. La reforma que plantea el gobierno municipal de Bildu es muy similar a la prevista hasta ahora y consistirá en erigir un nuevo campo de fútbol para 40.000 espectadores (8.000 asientos más que en la actualidad) y la construcción de cuatro torres en las esquinas del recinto deportivo para usos terciarios. Las obras costarán 62,5 millones de euros y se prolongarán durante cuatro años, según explicó ayer el concejal de Urbanismo, Ricardo Burutaran.

La solución planteada ahora por Bildu supone retroceder exactamente dos años en el tiempo. Con pequeños retoques, el gobierno municipal rescata el proyecto que el anterior alcalde, el socialista Odón Elorza, puso sobre la mesa a finales de 2010, ratificado dos meses después en un convenio suscrito con la Real Sociedad para hacer posible la reforma.

Burutaran indicó que la Junta de Gobierno aprobará este viernes de manera provisional la modificación del Plan General urbanístico que permite remodelar el recinto deportivo. De acuerdo con la propuesta que quieren impulsar, el Ayuntamiento seguirá siendo el propietario de los terrenos y cederá a entidades privadas la explotación de las torres que sujetarán el futuro estadio. El concejal hizo hincapié en que estas nuevas edificaciones tendrán una altura inferior a la prevista hasta ahora, al pasar de 43,5 metros a 26,5 metros “para minimizar su impacto” visual en el entorno. De este modo, en lugar de los 15.800 metros cuadros de edificación, las torres tendrán 12.000 metros cuadrados. El esquema es semejante al que se recogía en el proyecto Gipuzkoarena, alumbrado en enero de 2004, aunque aquella propuesta —se valoró en 102 millones de euros para aumentar en 10.000 localidades el actual aforo— contemplaba 54.000 metros cuadrados para albergar un hotel y otros usos terciarios.

Se reduce considerablemente la escala de la maqueta y los aprovechamientos comerciales, aunque la esencia del proyecto perdura ocho años después. Burutaran aseguró que las obras no supondrán ningún desembolso económico para el Ayuntamiento donostiarra. Se convocará un concurso para adjudicar la reforma del estadio y la explotación de las torres. Hasta ahora se había barajado la opción de que el Gobierno vasco, la Diputación guipuzcoana, Kutxabank y la Real Sociedad se hiciesen cargo de una edificación. La fórmula es muy distinta de la arbitrada en Bilbao para construir San Mamés Barria, que costará 157 millones y serán sufragados en gran parte con ayudas a fondo perdido del Gobierno, la Diputación vizcaína y el consistorio bilbaíno.

La reforma costará 62,5 millones y las obras durarán cuatro años

La reforma de Anoeta —mantendrá su actual ubicación y no se girará 90 grados, como se había estudiado— exigirá la retirada de las pistas de atletismo, lo que complacerá una antigua reivindicación de la Real Sociedad y sus aficionados por la lejanía de los espectadores del terreno. Para compensar la pérdida del anillo atlético, Burutaran explicó que la operación incluye la remodelación del miniestadio, que pasará a tener cabida para 5.000 espectadores y será apto para “acoger pruebas atléticas de todo tipo”. El nuevo estadio también admitirá la celebración de partidos de rugby. Durante los cuatro años que durarán las obras, Anoeta podrá albergar la competición de fútbol con un aforo “mínimo” de 27.000 espectadores.

El presidente de la Real, Jokin Aperribay, celebró la decisión del consistorio porque supone “un paso adelante” y cuenta con la “unanimidad de los grupos políticos”. “El estadio es algo estratégico para el futuro económico del club”, dijo el dirigente deportivo, porque con un estadio mayor la Real podría optar a mayores recursos por derechos televisivos.

Por su parte, el portavoz socialista en el Ayuntamiento, Ernesto Gasco, recordó que los trámites para la reforma de Anoeta los inició el anterior gobierno socialista. Y recordó que Burutaran, contrario a aquel proyecto, ahora está de acuerdo en impulsar una operación similar.