Távora reivindica la belleza del toreo

Salvador Távora es un hombre fiel a sus principios. Y 13 años después de que el Gobierno catalán prohibiera la versión taurina de su obra Carmen, el director regresa a Barcelona (Teatro Romea) con un espectáculo que reivindica, dice, la belleza y el simbolismo del toreo. “La historia de un creador debe ser personal, no se puede separar su esencia de su mundo profesional, y yo sigo siendo ese hombre que amaba las fiestas de toros”.

Memorias de un caballo andaluz, esta vez sin toro en el escenario, rinde homenaje a la identidad andaluza, en un momento en que, según el director “quieren borrar nuestras voces, nuestros caballos y nuestros toros”. Para Távora, el teatro siempre ha estado muy por encima del compromiso político y debe continuar estándolo. “Es necesario que haya teatro en catalán, en andaluz y en extremeño, espectáculos que recojan la cultura y la identidad de los pueblos”. Por eso, Memorias de un caballo andaluz, más allá de ser un montaje sin palabras, que se dirige a los sentidos a través de la música, el movimiento y la escenografía, es una invitación personal: “Se trata de combatir enérgicamente y a través del arte las atrocidades que se están cometiendo en la actualidad”.

Cascanueces, un bellísimo corcel blanco, será el actor protagonista del espectáculo. “El caballo trae consigo la rebelión y la potencia”, señaló Távora. Agregó que, además de ser un símbolo de poder, es un animal noble y su presencia está estrechamente ligada al ritual del toreo en un entorno más popular. Asimismo, hizo hincapié en la importancia de hacer teatro popular, en lugar de concentrarse en un público de élite. Para el creador, el “arte del toreo” no termina de entenderse del todo. “Se piensa que simplemente es un juego con la muerte, cuando en realidad tiene geometría, belleza y estética propia, e incluso se puede comparar al toro con el ser humano”.

Sobre la prohibición de los toros en Cataluña, afirmó que ha significado un cambio muy radical, si se tiene en cuenta que se trata de una comunidad “con mucha tradición taurina”. Lilyane Drillon, coordinadora del espectáculo, se unió al debate afirmando que el problema radica en asociar al toreo con una ideología política.

Memorias de un caballo andaluz, que forma parte del festival Dansalona, es el primer estreno absoluto de La Cuadra de Sevilla en Barcelona. El director espera generar un gran impacto en el público catalán, al que considera que solo se puede conquistar con veracidad y autenticidad.

Bajo el ritmo de la música de pasodoble, la obra se estrenará el 11 de septiembre y contará con 15 únicas funciones.