Un macrodepartamento aumenta la visibilidad y proyección de Mendia

El macrodepartamento que desde ayer está bajo el mando de la consejera Idoia Mendia seguirá una andadura totalmente continuista, sin cambios de línea ni ceses o nombramientos, hasta que se produzca el relevo de Gobierno después de las elecciones del 21-O. Pero para su titular, que juró ayer el cargo y ejerce como responsable de Interior, Justicia y Administración Pública, supone un espaldarazo y un depósito añadido de confianza por parte del lehendakari, Patxi López, y del ex consejero y jefe de campaña, Rodolfo Ares, y deja atrás el fiasco que supuso el desenlace del caso Justicia.

La decisión de no nombrar otro sustituto de Ares y sumar las funciones de Interior a las que ya tenía Mendia en Justicia y Administración Pública, y no a las de cualquier otro consejero, se justifica en fuentes del Gobierno en la “proximidad de las materias” —existe el precedente de la unificación de los ministerios de Interior y Justicia con Juan Alberto Belloch— y en el deseo de hacer del cambio “con el menor coste posible”. Las estructuras de ambos departamentos se mantendrán como están y solo existe solapamiento en el caso de las jefas de gabinete, ambas mujeres, de Ares y Mendia, respectivamente.

Más allá de esa explicación oficial, que concuerda con la austeridad y brevedad del acto en el que se produjo ayer la toma de posesión —ni asistió el resto del Gobierno ni hubo foto oficial con la nueva composición, que se deja para hoy, ni declaraciones por parte de nadie— está el hecho de que los meses que medien hasta el cambio de Ejecutivo, Mendia será una especie de superconsejera y, desde luego, pasará a la historia vasca como la primera mujer que mandó la Ertzaintza. De paso, cambia el lugar que ocupa en el protocolo, de cuarta después del lehendakari, a primera a su derecha.

En un momento en el que el socialismo vasco puede experimentar cambios de cierta entidad —sobre todo si López no es lehendakari y terminara por abandonar incluso la secretaría general— la prima que ha recibido Mendia la coloca en posición de aspirar a casi cualquier cosa, aunque en su entorno no guste la idea de especular con su proyección de futuro. “No hay que sacar más conclusiones que la evidente de que el lehendakari tiene confianza en ella para desempeñar esta labor en este tiempo”, indicaron medios cercanos a la consejera. En clave de futuro, López no está aún en ningún otra que la de seguir siendo lehendakari y secretario general, por lo que “cualquier otro planteamiento es inoportuno”, se advierte con cautela.

López exhibe así su plena confianza en la figura política de la actual portavoz

Se quiera o no, es público y notorio que Mendia fue, en el momento de formar Gobierno, y ha vuelto a serlo ahora, una apuesta firme y muy personal del lehendakari. A su idea inicial de nombrarla vicelehendakari, cuando barajó el esquema de uno político y otro económico, le siguió la de encargarle la portavocía del Gobierno, incluso contrariando algunos otros criterios.

Una vez más, López, de quien se dice que valora de Mendia su criterio y franqueza a la hora de decirle lo que piensa, ha recurrido a ella. Mendia irá en la lista por Bizkaia. El puesto que ocupe será también significativo, tanto en el caso de un eventual gobierno de coalición como en el pase a la oposición.

Tras el consejo de Gobierno, abrirá su agenda a una serie de reuniones, por separado, con todos y cada uno de los viceconsejeros y directores de Interior. Ayer no quiso realizar declaraciones —la anécdota la puso el lehendakari, al prestarse a entrar él mismo a transmitirle la petición de los medios de comunicación— y lo hará hoy.