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Ojeada al universo de Vicente Escudero

José de la Vega muestra su colección de obras del bailaor en la Bienal de Sevilla

Margot Molina
'Bailaora flamenca antigua', a la derecha, y 'Flamenco más serio', obras de Vicente Escudero que estarán en Sevilla.
'Bailaora flamenca antigua', a la derecha, y 'Flamenco más serio', obras de Vicente Escudero que estarán en Sevilla.

José de la Vega (Utrera, Sevilla, 1931) se acuerda nítidamente del día en que conoció a Vicente Escudero, un artista polifacético que revolucionó el baile flamenco con su Decálogo del buen bailarín, fue en 1961. Además de una amistad que duró hasta la muerte de Escudero (Valladolid, 1888-Barcelona, 1980), otro fruto de ese encuentro es la colección de pinturas, dibujos y todo cuanto tiene relación con el renovador del baile flamenco que De la Vega ha ido atesorando en los últimos 50 años. La muestra Líneas en libertad, que se inaugurará el 3 de septiembre en el Espacio Santa Clara dentro de la Bienal de Flamenco de Sevilla, permitirá al espectador acercarse al universo creativo de Vicente Escudero.

Coreógrafo, bailaor, teórico de la danza, conferenciante, pintor, escritor, actor y hasta cantaor, Escudero ha sido, además, el referente de grandes bailaores como el propio José de la Vega, Antonio Gades, Javier Barón, Israel Galván y Andrés Marín, entre otros.

“Lo conocí en 1961, Vicente Escudero volvía a Barcelona de una actuación en Nueva York y yo estaba en el primer Festival de Danza de Castelldefels. Quiso venir a verme porque había oído que mi baile era escuderista y que yo respetaba su decálogo. Después del espectáculo me dijo: ‘Es una pena que bailando tan bien y teniendo unos brazos tan majestuosos no los lleve arriba cuando baila las escobillas [zapateado] de las alegrías y esté dándole gusto a los picos de la chaquetilla”, cuenta De la Vega rememorando la escena para rematar: “Los bailaores antiguos eran muy machistas y parece que tenían miedo a subir los brazos más arriba de la barbilla, hasta que Vicente llegó y lo revolucionó todo. Incluso hoy sigue siendo fuente de inspiración para muchos creadores, no solo para los bailaores”, apunta. En Líneas de libertad, que estará abierta todo septiembre, destacan 56 dibujos a la cera, óleos, las castañuelas metálicas que patentó el bailaor y hasta una bata de cola que Joan Miró diseño para su última compañera de baile, María Márquez.

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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