Cuba celebra la memoria de Antonio Gades

La figura de Antonio Gades ha sido protagonista de la 21ª edición del Festival La Huella de España, que concluyó ayer en La Habana después de una semana de conciertos, espectáculos de danza y exposiciones. El festival, que reivindica los vínculos culturales compartidos por España y Cuba, rindió tributo a Gades en la gala de clausura, pero antes su hija menor, Celia Flores, cantó en memoria de su padre durante una velada celebrada en el Museo Nacional de Bellas Artes. El acto incluyó la exhibición del documental La ética de la danza y un coloquio en el que intervinieron la directora de la Fundación Antonio Gades, su viuda Eugenia Eiriz, y la directora del Ballet Nacional de Cuba, Alicia Alonso, que preside el festival.

Ante numerosos amigos de Gades, Celia Flores estrenó Canción en tu honor, escrita por ella y dedicada a su padre. Flamenco puro. "Llevamos tres días llorando", resumió Flores antes de la presentación. Los vínculos de Gades con la isla eran intensos, tanto que cuando se casó en Cuba con Marisol su padrino de bodas fue Fidel Castro. Sus cenizas están depositadas en un mausoleo en Sierra Maestra, junto a la que será la tumba del presidente cubano, Raúl Castro. "Ésta es la tierra que más amaba, y eso nos lo inculcó", dijo Celia, tras interpretar canciones de su primer disco -Celia Flores- en el Museo de Bellas Artes.

Otros dos momentos destacaron: el estreno de Preciosa y el aire, con coreografía de Alicia Alonso sobre el texto de un poema de Federico García Lorca y música del compositor Angel Barrios, abuelo del actual cónsul español en La Habana, Pablo Barrios; y Malson, inquietante pieza del grupo Danza Abierta, coreografiada por Susana Pons con banda sonora y vídeos del músico cubano X Alfonso. El festival, 21 años después de su fundación, sigue siendo un buen ejercicio de la cultura hispano-cubana.