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“Te invito a comprar arte en mi casa”

El vigués Amando González emprende una iniciativa inédita para vender su obra

La crisis obliga a agudizar el ingenio. También a los artistas, que se ven obligados a tomar iniciativas para tratar de llegar al público y vender sus obras. A pesar de que es un veterano en el mundo del arte, a Amando González no le asustan las nuevas ideas y ha decidido abrir su estudio-vivienda una vez al mes para que los interesados en adquirir obras suyas puedan verlas. En plena alameda viguesa, González tiene un piso en el que vive y trabaja desde hace 30 años y que ahora se abrirá al público periódicamente para mostrar su trabajo. “Mi objetivo principal es vender obra. Me resulta muy complicado exhibir mi trabajo en galerías y museos y por eso he tomado la decisión de abrir mi casa e invitar a la gente interesada en adquirir alguna obra”, explica el artista.

La primera sesión se celebró este viernes y contó con la actuación musical de Juanma Lodo. La idea es invitar en cada ocasión a un artista para recuperar también el concepto de reunión de amigos que en el mundo del arte se está perdiendo con la solemnidad de las inauguraciones. “Se tratar de volver al salón de tu casa como punto de encuentro. Los espacios públicos se están abandonando y me he decidido a abrir mi propia casa para enfrentarme a esta situación”, indica González, quien ha puesto en marcha la idea con la colaboración de su hija, Ania González. Ella es una activista cultural que ha desarrollado proyectos como el Furancho de Arte Contemporáneo, en Santiago.

González es muy crítico con el papel de los museos y centros de arte gallegos, ya que considera que dan muy pocas oportunidades para exhibir obras de artistas locales. “Estas instituciones tienen una fuerte dependencia del poder político y no tienen autonomía. Creo que no hemos salido de las postrimerías del franquismo en este aspecto. Salvo cuando surge algún director al que no le importa tanto su puesto y planta cara, como el actual director del Reina Sofía o con Vicente Todolí. Los directores deben tener un proyecto a desarrollar y si no pueden hacerlo, tendrían que irse”, explica el artista.

Además de vender sus obras en casa, González ha puesto en marcha un catálogo digital que permite a los interesados adquirir piezas por Internet. Los coleccionistas también tienen oportunidad de hacerse socios de un club que les permite gozar de ventajas como el regalo de una obra en papel una vez al año. A pesar de la crisis, González no cree que este sea el peor momento para los creadores, ya que recuerda que ahora hay muchos más coleccionistas interesados en adquirir obras. “Hay más gente interesada en comprar arte y se pagan precios más altos, pero hay que buscarse la vida, porque ser artista no consiste solo en matricularse en Bellas Artes”, concluye.

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