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Feijoo y tres conselleiros acuden al fuego forestal de Valdeorras, ya extinguido

La Policía Autonómica ha detenido a un vecino de Carballo como presunto autor de un incendio forestal producido en esta localidad coruñesa

El presidente Núñez Feijóo y el conselleiro Hernández escuchan las explicaciones de los técnicos ante unos mapas de la zona. / JESSICA BARCALA (EFE)
El presidente Núñez Feijóo y el conselleiro Hernández escuchan las explicaciones de los técnicos ante unos mapas de la zona. / JESSICA BARCALA (EFE)

Tras arder sin control durante dos días, el incendio que ha arrasado la comarca ourensana de Valdeorras se ha dado por extinguido a última hora de este lunes, según ha informado la Consellería de Medio Rural. La caída de las temperaturas, la calma del viento y el incesante trabajo nocturno de los servicios de extinción ha permitido controlar el fuego más grave del año. La Xunta afirmaba durante la mañana del domingo que el incendio estaba “estabilizado”. A mediodía quedó bajo control.

El despliegue de medios antiincendios fue realmente extraordinario, al igual que el político. El Gobierno gallego convirtió el centro de coordinación de O Barco en un gabinete de crisis con tres conselleiros y el propio presidente desplazados al lugar. Los titulares de Presidencia, Alfonso Rueda, y de Medio Rural, Rosa Quintana, peinaban el terreno desde el sábado. El domingo por la mañana se sumó el titular de Medio Ambiente, Agustín Hernández, enviado también a la zona para explicar que “dentro de la prudencia necesaria ante este tipo de situaciones”, los técnicos eran “optimistas” sobre el control del incendio.

De esta forma Hernández preparó la buena noticia, reservada para el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Un par de horas más tarde, Feijóo confirmaba el control de la situación. Inmediatamente después, la Xunta desactivó el nivel máximo de alerta, que implica riesgo para personas. La cascada de buenas noticias se sucedía con las cámaras apuntando al presidente. Los alcaldes de O Barco y Rubiá eran optimistas y aseguraban a la misma hora que la situación “parecía tranquila”.

Lo que permanece inamovible desde el sábado es la superficie abrasada por las lenguas de fuego. Hernández insistía en que “los técnicos estiman que la superficie afectada es de 1.200 hectáreas”. Sin embargo, fuentes de la lucha contra incendios elevaban considerablemente esa cifra. El alcalde pedáneo de una de las aldeas desalojadas afirmó que “sin querer exagerar, han ardido un mínimo de 3.000 hectáreas”. “Se han quemado las 900 hectáreas de esta parroquia a excepción una finca de 80 hectáreas”, explicó. “Y eso aquí. Sumando otros montes y parroquias, es bastante más de lo que dicen”.

Los vecinos desalojados desde el viernes comienzan a recuperar la normalidad. Muchos han encontrado sus casas en perfecto estado. Peor suerte han corrido pajares, fincas y otras propiedades convertidas en cenizas. Incluso se vieron afectados dos cementerios. Las flores de los nichos todavía lucían calcinadas ayer por la tarde. Muchas viviendas se salvaron gracias a los vecinos. Algunos cruzaron el caudaloso río Sil a nado para proteger sus viviendas ante la prohibición de regreso que mantenía decretada la Guardia Civil, con las carreteras de acceso cortadas. Tampoco se libraron animales domésticos que perecieron a causa del humo o directamente abrasados.

El dispositivo desplegado en O Barco y Rubiá concentró la mayor parte de los medios de extinción gallegos. Incluso de otras provincias, que durante la mañana del domingo llegaron a la zona para evitar que la situación se descontrolase de nuevo. Casi 200 miembros de los batallones de la Unidad Militar de Emergencias (UME) fueron desplazados a Valdeorras por orden del Ministerio de Defensa. La ingente cantidad de medios (tres técnicos, 18 agentes forestales, 72 brigadas, un grumir, 30 motobombas, seis palas, 13 helicópteros, y 16 aviones) no impidió que durante tres días, los escarpados valles valdeorreses se asemejasen a una zona de guerra.

La Xunta asegura que cuando sea extinguido, hará las valoraciones e investigaciones que procedan para saber las causas del mismo. El incendio empezaba el pasado jueves en la montaña de Santigoso y esa misma noche, la consellería de Medio Rural lo daba por extinguido. Durante la mañana del viernes, el fuego se reavivó y descontroló hasta sobrepasar cualquier previsión, quemando casas e instalaciones industriales, desalojando cientos de vecinos e intoxicando a siete personas.

La Policía Autonómica ha detenido a un vecino de Carballo como presunto autor de un incendio forestal producido en esta localidad coruñesa en el que ardieron casi dos hectáreas de superficie.

Según informa el Gobierno gallego en un comunicado, tras un mes de investigación miembros de la Policía Autonómica en A Coruña procedieron a la detención de este hombre al que se le imputa un fuego en la parroquia de San Xoán a finales del mes de junio, el cual afectó a 16.000 metros cuadrados de arboleda y 2.500 de superficie rasa.

El incendio, al que acudieron medios de la Xunta para su extinción, se originó como consecuencia de la quema posterior a labores de limpieza y poda en una finca, sin haber solicitado la autorización pertinente para tal fin.

La quema se produjo en un terreno en condiciones óptimas para la propagación del fuego en un día en el que el viento favoreció a su extensión a las fincas colindantes y zonas de arboleda. Las diligencias fueron remitidas al juzgado de instrucción de guardia de Carballo.

En base a las cifras aportadas por la Xunta, la Policía Autonómica ha detenido a 97 personas en lo que va de año por delitos relacionados con los incendios forestales.

La Guardia Civil busca a una persona vista este domingo por miembros de una brigada de extinción de incendios mientras prendía fuego en un monte de Laza, según ha mencionado el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quien no especificó el lugar de la provincia de Ourense en el que ocurrieron los hechos.

Posteriormente, fuentes del servicio de extinción de incendios han informado a Europa Press de que el presunto incendiario fue visto en el momento de prender un fuego en los montes de Laza, donde en la mañana de este domingo se iniciaron cinco incendios en la zona conocida como As Eiras, a medio camino entre los pueblos de Laza y Cerdedelo.

Las llamas de los cinco puntos de fuego fueron extinguidas en poco tiempo con la intervención de la brigada helitransportada con base en Laza, trabajadores municipales de Protección Civil y brigadas y motobombas de la zona.

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