“Las empresas no tienen por qué sufrir las discrepancias de quienes gobernamos”
“Una salida propia a la crisis no, pero un modelo distinto sí que tenemos”
La crisis ha obligado a recortar, entre otras muchas cosas, las vacaciones, sobre todo las de quienes trabajan, precisamente, para hacer frente a la recesión, como el consejero de Industria, Bernabé Unda. “Las perspectivas no son buenas, pero la salida dependerá, en buena parte, de lo que hagamos”, asegura, con una cierta dosis de optimismo, pese al incierto escenario.
Perfil
Nacido en Bilbao en 1956, Bernabé Unda es uno de los consejeros independientes del Gobierno socialista. Ingeniero naval de profesión, carrera que estudió en Madrid, estuvo vinculado al mundo de los astilleros antes de su incorporación al Ejecutivo, desde el que pretende hacer valer ahora su experiencia empresarial en la dirección de equipos de trabajo. Internacionalización e innovación son las claves que ha pretendido impulsar, como alternativa a la crisis económica, desde su llegada, en 2009, al frente del Departamento de Industria, Innovación, Comercio y Turismo.
Pregunta. No deja de aumentar el paro, también en Euskadi.
Respuesta. Es un problema que hay que ver con perspectiva. Desde la democracia, Euskadi tocó su techo de paro en 1985 y 1993, con unas tasas en torno al 25% de la población. Desde entonces, sin embargo, se inició una mejoría basada en la transformación económica y empresarial, que es la que ha propiciado ahora una mejor defensa ante la recesión. Pese al aumento del desempleo desde 2008, estamos en la mitad de la media española, como no había ocurrido en crisis precedentes.
P. ¿Va a continuar esa tendencia creciente?
“La financiación es la clave para dar vida a los proyectos empresariales”
R. La visibilidad de los distintos indicadores que manejamos es a seis meses vista y las previsiones, desde luego, no son positivas, lo que se traducirá en una caída de la demanda, en especial la interna. Por eso están creciendo las exportaciones y nosotros estamos apostando por ellas como herramienta, con misiones internacionales en distintos países y becas para que la gente joven se forme en comercio exterior.
P. ¿Tiene Euskadi una salida propia a la crisis?
“A Euskadi vienen 2,2 millones de turistas al año. Caben otros tantos”
R. En un mundo globalizado y con total conexión entre las economías, una salida propia no es posible. Lo que sí existe es un modelo autónomo, que es el que nosotros pretendemos aplicar, no porque queramos que se marque una especial diferencia, sino porque nuestro tejido empresarial tiene unas características que lo hacen diferente de otros. Está más cercano al modelo alemán, en el que el peso de la industria y los servicios asociados son muy elevados. Eso hace que sea más resistente a la destrucción de empleo.
P. ¿Solo la industria permite hablar de un tejido empresarial propio?
R. Nuestro modelo también es el de la cooperación público-privada y entre las propias empresas, a través de los clústeres. Somos una referencia a nivel mundial en esta materia. Además, tenemos una inversión en investigación y desarrollo que supera la media europea, lo que permite a nuestras empresas ser más competitivas e internacionales. Hay sectores que tienen tasas de venta en el exterior superiores al 80%.
P. ¿Qué sectores son los que mejor funcionan?
R. Por ejemplo, el ferroviario o el de la máquina-herramienta. De todos modos, no existen sectores uniformes, sino empresas buenas, medianas y malas en todos los gremios. Ellas son las realmente competitivas, no el sector industrial o el sector empresarial correspondiente.
P. ¿Cómo se encuentra el caso Epsilon?
R. Como estaba. Sigue el proceso de liquidación, con el acuerdo al que se llegó con las entidades financieras para ir pagando, a lo largo de 20 años, los 16 millones que había que pagar.
P. ¿Cuáles son las claves para salir de la recesión?
R. La innovación tecnológica y la internacionalización son fundamentales, pero no se podrían llevar a cabo sin la financiación necesaria. Es la que lleva los proyectos a la vida real. Por eso nos hemos volcado en ella con los presupuestos.
P. El PNV, sin embargo, percibe en el Gobierno más palabras que hechos.
R. Yo me dedico a hacer y a poner en el mercado todas las herramientas que son posibles. Que alguien hable por hablar y diga cosas sin fundamento no me preocupa. La realidad es que hemos impulsado avales que pueden movilizar hasta 2.300 millones de euros en financiación.
P. ¿Se están portando los bancos como deben?
R. Es lo que vamos a comprobar en los próximos meses. Esta herramienta nueva de avalar directamente a las empresas como Gobierno vasco va a desvelar el comportamiento de cada entidad financiera. Hemos llegado a un acuerdo con todas las que han querido firmar. Ahora viene la realidad.
P. ¿Son buenas las perspectivas?
R. Lo bueno de esta situación es que las propias entidades financieras se han puesto en competencia. Si una no considera interesante la financiación, igual otra sí considera que es su producto. El negocio de los bancos, al fin y al cabo, es prestar dinero.
P. Todo el mundo apela a la unidad política, pero la coordinación institucional parece imposible a día de hoy. ¿Lo ha evidenciado usted en las competencias de su consejería?
R. Todas las propuestas que desde mi departamento hemos puesto en marcha las hemos decidido en coordinación con las instituciones forales, en las que están los otros tres partidos. Ni los avales ni las entradas en el capital de distintas empresas han sido rechazadas. Trabajar juntos es fundamental, porque se pierde mucha menos energía. El sector empresarial no tiene por qué sufrir las discrepancias de quienes gobernamos.
P. En comercio, el rifirrafe ha sido con el Gobierno central.
R. No hay ningún rifirrafe. Lo que hay es una discrepancia en cuanto al decreto sobre horarios comerciales. Nosotros no adelantamos e hicimos una encuesta entre los ciudadanos para conocer cuáles eran sus reivindicaciones y la respuesta fue evidente.: el 70% no consideraba necesario la apertura en festivos. Por eso no consideramos urgente ni necesario ese decreto.
P. Por eso habrá recurso…
R. Hemos detectado también que hay puntos que vulneran las competencias y, como consecuencia de ello, hemos puesto en marcha la comisión bilateral. Si no se llega a ningún acuerdo, se pondría el recurso ante el Tribunal Constitucional. No tenemos prisa. Es cuestión de hacer bien las cosas.
P. El turismo parece que resiste a la crisis.
R. Es muy buena noticia mantenerse en los mismos niveles del año pasado, cuando alcanzamos el récord de entrada de turistas, sobre todo, extranjeros, que han subido un 2%, compensando así la escasa caída de los nacionales.
P. ¿A qué obedece la subida?
R. A unas campañas de promoción acertada en aquellos lugares con los que tenemos conexión, aérea fundamentalmente, y a una planificación estratégica que oferta producto, experiencias y cosas diferentes, además de lugares. Sin olvidar el trato que se les da cuando vienen, para que su experiencia la puedan trasladar a terceros.
P. ¿Queda margen de crecimiento para una comunidad con los recursos tan limitados como Euskadi?
R. Queda un enorme recorrido. El País Vasco, por ejemplo, es el 4,5% de la población española y el 9,5%, en cambio, de la industria nacional. Si aspiramos a eso… A Euskadi vienen tantos turistas al año como población tenemos: 2,2 millones. Caben otros tantos. Lo que tenemos que dar es con la tecla para que un porcentaje de la gente que viene a España, principalmente por Barajas, nos visite. Gente de países lejanos, como China, Japón o Estados Unidos.
P. ¿Por qué es Gipuzkoa la que más baja?
R. Es lo que estamos analizando con la Diputación y el Ayuntamiento. Tenemos un plan de reuniones conjuntas con ellos.
P. ¿Obedece a la política?
R. No creo que haya una relación directa. También hay otra serie de actuaciones basadas en la economía, como los congresos, que tienen una gran capacidad de arrastre de turistas. La crisis influye de muchas formas.
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