Vuelco en la milla de oro
Un accidente de tráfico en la calle del Poeta Querol de Valencia deja a un vehículo boca abajo en la calzada y la conductora sale ilesa
María Carmen, de 54 años, volvía ayer de trabajar en su Renault Clio ignorando que iba a ser protagonista de una escena que parecía salida de una película de acción. A su paso por la calle del Poeta Querol, en el centro de Valencia, sobre las 14.30, su coche se desvió repentinamente hacia la derecha, rebotó con una hilera de vehículos aparcados, volcó y quedó boca abajo en la calzada. “Ha sido una sensación bastante buena”, decía tranquila desde la camilla de la ambulancia donde los servicios médicos certificaban que estaba ilesa.
La conductora, que viajaba sola, venía de trabajar. Los testigos del accidente dicen que su velocidad era adecuada y que el coche se desplazó hacia la derecha y colisionó con los coches aparcados. Según cuenta Andrea, testigo directo del accidente, al golpear la rueda delantera derecha con el vehículo aparcado, el coche siniestrado subió sobre la carrocería, se elevó en el aire y volcó, para quedar boca abajo en medio de la calzada. Las marcas de las ruedas en el coche estacionado corroboraban esta versión. Empujados por el coche accidentado, los cuatro vehículos contiguos colisionaron en cadena y sufrieron daños en los parachoques y las matrículas.
“Lo he vivido como
Las causas del accidente todavía se desconocen, pero la observación del coche, boca abajo en la calzada, permitía ver la dirección delantera derecha rota cerca de la rueda que recibió el primer impacto. Luis, que se encontraba en la calle en el momento del accidente, dijo que al ver el estado del vehículo y a la conductora dentro se acercó a socorrerla y le ayudó a salir. Explica que tras ver que la mujer se encontraba sana y salva, entró en el coche y quitó el contacto y la llave para evitar que ocurriese algo peor, ya que del motor salía humo. Entre Luis y otros peatones consiguieron un extintor, que no necesitaron utilizar.
Cuando la conductora salió de la ambulancia, Luis entró voluntarioso en el coche a recuperar el teléfono móvil y una pulsera de plata que el marido de la conductora le había regalado cuando eran novios.
Los coches
“Lo he vivido como en una película”, decía María Carmen. Sentada en la camilla donde los servicios médicos le asistían justificaba la colisión en la rotura de la dirección del coche. “Nunca había vivido nada igual, ha sido una experiencia bastante positiva”, decía serena y con un simple rasguño en el codo izquierdo. Mientras permanecía en el interior de la ambulancia un cura se acercó a preguntar por ella. Era un antiguo alumno suyo y María Carmen se alegró al verle. Tanto que tras salir de la ambulancia, sentada en un banco en la calle y con policías, enfermeras y un cura a su alrededor, decía sentirse rodeada de todo lo importante en la vida.
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