Oriol Pujol: “Ni soy colaborador, ni soy necesario en el caso de las ITV”

El secretario general de Convergència (CDC) y presidente del grupo parlamentario de CiU en la Cámara catalana, Oriol Pujol, negó ayer cualquier vinculación con la trama de las ITV que investiga un juzgado de Barcelona. “Ni soy colaborador, ni soy necesario, ni he montado ninguna empresa de ITV”, proclamó Pujol en el Parlament para rebatir un informe de la Agencia Tributaria que le considera precisamente “colaborador necesario” e “impulsor” de la trama.

La juez encargada del caso ha solicitado un “informe recopilatorio” a este organismo. Fuentes judiciales interpretan la decisión como un paso previo para recoger indicios contra Pujol y solicitar su imputación al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña por su aforamiento.

Pujol realizó esas afirmaciones aprovechando su su comparecencia en una comisión parlamentaria para explicar la vinculación de CDC en el saqueo del Palau de la Música, después de que el juez impusiera a su partido una fianza de 3,2 millones de euros como responsable civil a título lucrativo.

La oposición anunció que pediría otra comparecencia por el caso de las ITV, pero no dejó pasar la ocasión para preguntar a Pujol por sus vínculos con esa trama. “CDC no tiene ninguna relación ni intervención con el caso de las ITV. Y esto también vale para mí y para mi honor”, dijo Pujol. El portavoz parlamentario de CiU, Jordi Turull, fue mucho más allá y vinculó que el Parlament haya reclamado esta semana un nuevo pacto fiscal para Cataluña  como el detonante de las decisiones judiciales por el caso Palau y las ITV. “Si se analiza todo, se ve que esto es un potaje. Los tiempos son muy calculados y son demasiadas casualidades”, dijo Turull. La oposición cargó contra él. El más contundente fue Salvador Milà (ICV), quien dijo que esas palabras de Turull eran “paranoia pura”.

Durante su intervención para referirse al caso Palau, Pujol negó de forma categórica que su partido se haya lucrado de esta institución, del Orfeó Català ni de las constructoras que realizaron obra pública para la Generalitat y dedicó su intervención de media hora a rebatir el auto judicial. También esgrimió una carta remitida al juez por el Palau de la Música y el Orfeó en el que estas instituciones renuncian a reclamar ninguna cantidad al partido nacionalista. “CDC ni monta, ni organiza ni conoce tramas criminales”, dijo Pujol. Abundando en ese papel de víctima apostilló: “Estamos en un Estado de derecho, no policial, en el que no bastan los indicios”.

Sus explicaciones no convencieron a la oposición, que insistió en reclamar responsabilidades políticas al considerar que la financiación irregular de CDC está más que probada. El diputado del PP Santiago Rodríguez evocó al expresidente Francisco Camps y dijo que la fianza a CDC “equivalen a 10.000 trajes”.

Los socialistas renunciaron a preguntar a Pujol y dijeron que no participarían en la “ceremonia de la confusión” porque quien debería comparecer es Artur Mas. Salvador Milà (ICV) insistió en que CDC utilizó el Palau como mecanismo de financiación y agradeció con ironía a Pujol “que nos haya explicado el trabajo de sus abogados”. Pere Bosch (ERC) insistió en que “el tiempo se les acaba y deben explicarse antes de que sea demasiado tarde”. Jordi Turull pidió a ICV y ERC que pidan otra vez la comparecencia de Pujol al final del proceso “para pedir perdón por las acusaciones realizadas” contra su CDC, “porque los tribunales desmontarán su relato”.