La música en vivo se derrumba
Las actuaciones en directo sufren una caída de espectadores del 28% y de conciertos del 12,8%
Del Anuario 2012 de la Música que se presentó ayer hay dos lecturas posibles: la mala y la catastrófica. De entre el mare mágnum de números que se facilitaron destaca, por una parte, como elemento positivo, que las ventas de las discográficas catalanas han aumentado el 5,1%, y como dato demoledor la caída en barrena de la música en directo: Las actuaciones en directo sufren una caída “histórica” de espectadores del 28% y de conciertos del 12,8%.
Este útil anuario lo promueve el Grup Enderrock y la Asociación Profesional de Representantes, Promotores y Mánagers de Cataluña (ARC) y presenta los datos de 2011 y los compara con el año anterior. Por si los números necesitaban alguna explicación, el director editorial del Grup Enderrock, Lluís Gendrau, expuso: “Estamos en caída libre”. Pues sí.
En el campo de la música en directo, la única buena noticia es que los festivales y los grandes conciertos aguantan el tipo. Según Gendrau, “los festivales son la botella de oxígeno de la industria de la música en vivo, la facturación total de la industria de la música en directo ha aumentado el 3,3%”.
Los espectáculos con más espectadores, según los datos de 2011, fueron: BAM con 146,770 personas (descenso del 12,6% respecto a 2010), San Miguel Primavera Sound con 132.500 espectadores (30,9% más que en 2010), Montjuïc de Nit con 110.000 personas (un 22,2% más) y el Festival de Jazz de Barcelona con 99.538 personas (un crecimiento espectacular del 165,6% respecto a 2010).
Solo los festivales y las grandes funciones se salvan de la catástrofe
A pesar de los buenos datos de los festivales, el presidente de ARC, Jordi Gratacós, quiso puntualizar, con una metáfora poco adecuada, que el sector tiene “sensación de tierra quemada”, ya que a la crisis que pasa el sector “ahora hay que sumar el incremento del IVA para el sector de la cultura anunciado por el Gobierno, que será el batacazo definitivo”. Valga de ejemplo el drama de las salas de conciertos: incrementan el 9,6% el número de funciones, pero pierden el 7,8% de público.
Acerca del papel del sector público el anuario se hace eco del cambio de política que abandera el consejero de Cultura, Ferran Mascarell. Las ayudas de las Administraciones catalanas a la música se redujeron el 9,2% en 2011, mientras que las subvenciones a la cultura en general han bajado el 30%. Estas ayudas se destinan esencialmente a la industria. Así, el sector empresarial ha visto aumentadas las subvenciones en el 13,2%, mientras que los creadores y los circuitos han recibido partidas el 27,2% más bajas que en el año 2010.
Según los datos del barómetro de la cultura, que realiza Fundacc y que recoge el anuario, el 92% de catalanes escucha música de forma habitual y el 31% ha ido a algún concierto el último año. Otro dato para reflexionar: la asistencia a conciertos de grupos de lengua catalana cae el 12%.
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