_
_
_
_

La mirada que cambió el paisaje

El Carmen inaugura una exposición integral del pintor Francisco Lozano

Retrato del padre de Francisco Lozano, una de las obras incluidas en la exposición.
Retrato del padre de Francisco Lozano, una de las obras incluidas en la exposición.JOSÉ JORDÁN

La de Francisco Lozano (Antella, 1912, Valencia, 2000) fue una mirada que cambió el paisaje valenciano, porque, como advierte el comisario de la exposición inaugurada este lunes en El Carmen, “quien conozca la obra de Lozano jamás podrá volver a ver esos paisajes si no es como si de un cuadro se tratara”. Se refiere a las franjas dunares de El Saler o Dénia, pero también a las de Turquía o Marruecos, porque uno puede “ver lozanos en costas mediterráneas que jamás el pintor contempló”. Por eso la exposición, inaugurada con motivo del centenario del artista, se llama La mirada creadora y tal es la importancia de esta mirada que su nieto, el comisario Guillermo Gómez-Ferrer, invita a superar un prejuicio historiográfico según el cual Lozano y su generación serían un paréntesis entre dos modernidades: las vanguardias históricas y los movimientos de los cincuenta.

Iniciada en el retrato, la evolución de Lozano tras la guerra se encaminó hacia el paisaje, acabando por conformar una corriente estética específicamente española, “sin parangón en Europa”, y de la que el pintor antellano es “uno de sus mejores referentes”. Gómez-Ferrer resalta especialmente, asimismo, el “discurso ético” de Lozano, que aboga por la austeridad, la cercanía y la sencillez. Un discurso muy adecuado “a los tiempos que corren”.

La exposición presentada este lunes en el museo de El Carmen incluye

El exdirector del IVAM Juan Manuel Bonet recuerda en el catálogo que Lozano prefería el trabajo al aire libre al de estudio. De hecho, la muestra recoge en un vídeo la forma de trabajar del artista, cargando y descargando los útiles y materiales de pintura con su Seat 124, “bajo un sol de justicia”, como señala Bonet en referencia a algunas fotografías ante el caballete. Bonet reconoce que se le encargó hablar del paisajismo español de posguerra, pero no cesa de referirse a Valencia, porque Lozano nos enseña a verla “como no la habíamos visto antes”. Recuerda que las dos retrospectivas más importante hechas en vida del artista fueron la del Museo de Arte Contemporáneo en 1974 y la del IVAM en 1993, una de las últimas de la etapa de Carmen Alborch, titulada Francisco Lozano: La construcción de un paisaje.

La exposición se ha adelantado a las previsiones, ya que en la programación inicial de El Carmen se anunciaba para octubre. Reúne más de 60 obras, algunas inéditas, procedentes de particulares e instituciones, con las que se quiere dar “una visión de conjunto y equilibrada”, según el comisario, a través de las que el visitante puede reconocer al inicio retratos de su familia, entre otros, para adentrarse a continuación en visiones dispares, cada vez más sintéticas, abstractas e imaginativas en el uso del color, del paisaje mediterráneo. Un paisaje de costa: El Perelló, arrozales indeterminados, Benidorm, Altea, Xàtiva, Alacant, Cullera, Xàbia, la Malva-rosa o, claro, El Saler. Para José Hierro representa “el milagro de que siendo infiel a las apariencias fue asombrosamente fiel al espíritu de su paisaje”, según se lee en una de las leyendas que acompañan a los cuadros de la exposición. Y también las tierras del interior, como las de Riba-roja o Bétera, con las que ampliar los horizontes del conocimiento para comprender, en palabras Gómez-Ferrer, “que en la tierra reseca y árida junto al Mediterráneo se esconde el misterio mismo de ser persona”.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_